El Museo do Viño lleva cerrado todo el verano, cuando se le podría sacar un mayor rendimiento a un centro infrautilizado y que pide un cambio dese hace tiempo, como reconocen las propias autoridades. Pero esta situación concreta ha generado críticas en el año en que Cambados luce el título de Ciudad Española del Vino y tampoco tiene visos de solución inmediata. En el cuatripartito se pasan la pelota sobre quién tiene la culpa de no haber cubierto la baja de la trabajadora encargada de las instalaciones, motivo por el que no está abierto desde principios de julio.
Y no solo eso. El partido de la oposición, el PP, le reprocha que “nin sequera se puxera un cartel avisando de que está pechado porque a xente vai e ten que dar a volta sen saber que pasa, ademais de que o cartel do horario está borrado e o recinto xa da mala unha mala imaxe dende fóra, coas herbas medrando no patio sen control”, expuso su portavoz, Sabela Fole.
La popular considera “tremendo” que no se enviara a un trabajador. “Presumimos de ser Cidade Española do Viño e facemos un programa de actividades, pero logo temos o museo pechado no verán, que incluso paraba alí o pavitrén”, criticó. Además le parece “curioso” que haya partidos del cuatripartito que guarden silencio porque cuando ellos gobernaban “e había que pechalo de maneira puntual, chovían as críticas e agora non din nada”, lamentó.
El responsable de la instalación es el concejal de Enoturismo, José Ramón Abal Varela, pero no quiere cargar con las culpas en solitario y señala al alcalde como edil de Personal. Es más, comparte la “decepción e malestar” por la situación y aunque no quiso hacer sangre sobre la relación del cuatripartito, “non é que teñamos problemas nin nada polo estilo”, sí se remite a que “hai un acordo de goberno onde están as competencias de cada un, como eu levo críticas cando é algo de Obras, non é por botar balóns fóra”, resumió. En su opinión, el socialista Samuel Lago tendría que haber hecho seguimiento y “se hai unha baixa laboral debería ter articulado algunha solución, e xa se lle dixo. Eu podo facer propostas, pero non tomar decisións porque non é unha competencia miña”, insistió.
Aseguró que también preguntó a los técnicos sobre las posibles soluciones y se quejó de que el departamento de Enoturismo no cuente con personal adscrito del que tirar en esta y otras circunstancias, aunque asegura que existía un “acuerdo verbal” de que tendría.
La trabajadora está de baja y no se cubrió de manera automática porque no hay bolsa de empleo temporal
Preguntado al respecto, el regidor niega haber recibido de manera directa una petición de cubrir esta ausencia y explica que no se ha hecho de manera automática porque, así como para otras categorías laborales hay bolsas de personas a las que poder llamar para cubrir situaciones como esta, este puesto es muy concreto y no existe.
El regidor comparte una solución que se le ocurre a su socio de Pode: enviar a un técnico de la oficina de turismo, que en verano se refuerza con una ayuda de la Diputación. Sin embargo, “este ano a axuda chegou a mediados de xullo. Non tivemos posibilidade de enviar a alguén”. En todo caso, también se exculpa como responsable único: “O concelleiro responsable é o de Enoturismo, así que entendo que quen ten que mover ficha é el”.
Así las cosas, unos por otros, parece que el Museo do Viño cayó en el olvido durante casi dos meses, aunque Abal mantiene que lo tiene muy presente y no retira sus planes de dinamizarlo y modernizarlo, pero pide tiempo: “Levo dez meses no cargo e todo non se pode facer de inmediato”, advirtió.