Las obras del nuevo cuartel de la Guardia Civil en Cambados empezaron en julio y pocos avances se ven. Según la información de que dispone el Concello, han aparecido problemas a la hora de empezar la excavación para lo que sería la construcción del aparcamiento subterráneo respecto a las propiedades lindantes y también ante la presencia de una capa subterránea de aguas. La adjudicataria está buscando soluciones, pero estos contratiempos están retrasando la planificación inicial.
El alcalde, Samuel Lago, que está en contacto con la constructora, explicó que la edificación no ocupa toda la parcela y que los problemas se refieren a la superficie de excavación a la hora de trabajar en las zonas pegadas a las propiedades colindantes, donde está una parte del muro del Pazo de Fefiñáns, que ya en el proyecto está recogido como un bien protegido y a tener en cuenta a la hora de obrar.
Pero además, según el regidor, se habrían encontrado con una capa subterránea de aguas que es precisamente la que el Concello uso este verano para baldear las calles y no tener que usar de la traída ante los problemas con el suministro por la falta de capacidad en la potabilizadora comarcal, sobrepasada por el elevado consumo del verano.
No obstante, indicó que la adjudicataria está “explorando todas as solucións técnicas para executar a excavación sen causar danos ás fincas colindantes, especialmente ao muro de Fefiñáns”.
Todo esto supone un retraso respecto a la planificación inicial. La previsión en un principio estaba en tenerlo terminado en el tercer trimestre de 2023, entre septiembre y octubre, cuando se cumpliría el plazo de 15 meses de ejecución.
La sociedad estatal Siepse adjudicó la construcción la empresa Edhinor por un precio de 6.589.342 euros, lo que supuso una rebaja de 670.800 euros respecto al de licitación. Según el proyecto, se contempla la edificación de dos bloques. Uno para ubicar en el bajo la atención a la ciudadanía, oficinas del área de intervención de armas y detención –tres calabozos de adultos y dos especiales para menores– y más zonas de trabajo en otras dos plantas superiores.
El otro inmueble se ubicará más en el interior de la finca y tendrá cuatro pisos con cuatro viviendas en cada uno y hasta un total de ocho de un dormitorio y otras tantos de tres habitaciones. Además habrá aparcamiento subterráneo para los coches oficiales, otro estacionamiento para los particulares, un amplio sótano de 1.700 metros cuadrados y se emplearán paneles fotovoltaicos para que sea lo más eficiente posible energéticamente.
En las dependencias trabajarán más de un centenar de agentes aunque empezará con unos 60, una veintena más de los actuales. Este cuartel también asumirá la capitanía de O Salnés, actualmente en Vilagarcía, con el traslado de los mandos y otros servicios como Seprona.
La construcción responde a una demanda histórica en Cambados, pues en el anterior cuartel, que estaba en la misma parcela, presentaba unas condiciones lamentables.