Las dos palmeras que quedan en la Praza Alfredo Brañas podrían tener los días contados. El Concello inspeccionará hoy con una grúa el ejemplar que el domingo perdió una rama y cayó sobre el cliente de una terraza, pero también la otra, para comprobar si sufren alguna enfermedad o están afectadas por el picudo, aunque parece poco probable, y en caso de ser así, las talará para evitar riesgos. La revisión no pudo realizarse ayer debido a la falta de un vehículo apropiado para llegar a las copas.
El alcalde, Samuel Lago, reconocía ayer que “o máis probable é que teñamos que cortalas”, pues no están dispuestos a correr riesgos en una zona como esta, llena de terrazas casi siempre repletas, sobre todo los días de buen tiempo y fines de semana. Aunque se trata de ejemplares centenarios, incluso protegidos por el plan de conservación y preservación del conjunto histórico cambadés, además de emblemáticos, son de las primeras palmeras plantadas en la villa cuando empezó la moda, “se están en mal estado, o que prima é a seguridade”, sentenció el regidor.
La plaza permanece vallada con un perímetro establecido el mismo domingo por la Policía Local como medida de prevención y así seguirá mientras no se revisen los árboles y haya garantías de seguridad. El Ayuntamiento tomó la decisión de desalojar las terrazas situadas bajo sus ramas después de que una de grandes dimensiones golpeara al cliente de un bar. Una sombrilla amortiguó el golpe y esta acabó rota, también la silla que ocupaba el hombre. Según Lago, le cayó sobre la espalda y además de algunas contusiones y rasguños, se encontraba bien y fue atendido en el centro de salud.
El regidor sospecha que pueden tener alguna enfermedad de la madera, como le descubrieron al tercer ejemplar cuando fue derribado por un fuerte temporal en diciembre de 2019. De hecho, “a priori non parece estar afectada polo picudo, pois o cepellón que caiu estaba verde e isto contrasta cos síntomas do escarabello, que secan as ramas”, explicó.
En un primer momento se pensó en esta plaga como la causante porque el desprendimiento de ramas es uno de sus principales problemas. De hecho, en estos días cayó una de las de la Praza do Concello, donde sí se constató la presencia del molesto insecto que obligó a retirar un árbol hace unos años.
No obstante, los operarios municipales realizarán una revisión pormenorizada de ambos árboles, que ayer no se realizó porque el Concello no cuenta con una grúa de las dimensiones adecuadas para alcanzar la copa y tuvo que contratarla. Estaba previsto que el vehículo llegara hoy y Lago avanzó que, en caso de comprobar que ya que “non é viable a recuperación” de la palmera implicada en el incidente, se procederá a cortar la copa en ese mismo momento.
El suceso pudo haber tenido consecuencias fatales, pues se desprendió un grupo de ramas con un peso considerable, que podría superar los 30 kilos, según testigos presenciales. En ese momento la plaza de Alfredo Brañas estaba abarrotada.