Finalmente habrá que talar las palmeras originales del Paseo da Calzada que aún quedaban en pie. Hace meses que no están recibiendo tratamiento y su aspecto y la pérdida de ramas, que yacen en el suelo, evidencian su mal estado por culpa del picudo rojo, pero también lo dicen los técnicos. Portos de Galicia acaba de remitir al Concello de Cambados la última inspección determinando que 15 están muy afectadas y aunque hay seis sanas, la previsión es que acaben enfermando. El alcalde, Samuel Lago, indica que la recomendación de los expertos es eliminar todas y espera sentarse próximamente con el ente público para estudiar el próximo paso y su financiación. Es decir, si se hace como la otra vez y se mantiene la emblemática estampa de hace medio siglo con palmeras o se sustituyen por otro tipo de árbol.
Originalmente había una treintena, pero hace casi un año ambas administraciones acordaron talar las 15 más enfermas y repartirse el gasto: la autonómica pagó la eliminación y la local su sustitución por otras de tipo washingtonia, supuestamente más resistentes a la plaga que la canaria, y así lo parece. Están perdiendo ramas, pero por el proceso natural de renovación y no presentan síntoma de estar afectados por el escarabajo.
El Ayuntamiento asumió la factura a pesar de que el paseo marítimo es competencia de Portos. Ya llevaba años encargándose de su tratamiento contra el picudo rojo –17.000 euros anuales– y hasta finales de 2022, cuando le pidió que le tomara el relevo y decidió encargarse solo de las suyas. Lo hizo porque hace tiempo que le reclama un acuerdo para compartir los gastos de mantenimiento de terrenos portuarios como estos por los que paga tasas de ocupación y por lo menos mientras que no se resuelve el procedimiento de desafectación, por que nada tienen que ver ya con la actividad portuaria y son parte del entramado urbano de la localidad. “Non queremos usar de maneira gratuita os terreos, pero si queremos un convenio marco onde queden claras as obrigas e dereitos de cada un, para que, polo menos, unha parte do que pagamos por usalos revirta no municipio”, expone Lago.
Su antecesora en el cargo, Fátima Abal, también lo intentó, pero sin éxito, pues no solo es la lucha contra la voraz plaga, hay cuestiones de limpieza y mantenimiento que también viene asumiendo el Ayuntamiento, incluso consumos de luz que sus responsables cifran en 19.000 euros al año. El regidor es consciente de la resistencia de Portos, pero “seguiremos intentándoo”, manifestó.
Con todo, el Concello no se desentiende y, de hecho, fue quien pidió esa última inspección de las palmeras y “se hai que facerlle unha poda de urxencia, a asumimos sen problema, porque en temas de seguridade non nos podemos parar a pensar de quen son”, añadió el alcalde.