Parte de los setenta migrantes llegados desde Mali a Sanxenxo a mediados de septiembre ya han alcanzado su objetivo: encontrar un puesto de trabajo o, al menos,  entrar ya en el mercado laboral, hacer entrevistas para diferentes empleos. 

"Con la campaña de Navidad, la verdad es que unos diez chicos ya han podido trabajar o hacer pruebas en distintas empresas”, cuenta Daniel Bóveda, responsable territorial en Galicia de Accem - ONG que trabaja día a día con ellos -. Entre los sectores que más ofertas ofrecen a estos jóvenes - la media de edad está entre los 18 y los 25 años - Bóveda señala el de la logística y el de los congelados.
 

Que algunos de los migrantes trabajen o lo hayan hecho es una muestra, cuenta Bóveda, del alto grado de integración que tienen en la localidad. 

Otra es que, actualmente, el idioma vehicular entre los miembros de la asociación y ellos es el castellano e, incluso, el gallego. “Las clases de castellano fueron una de las prioridades desde que llegaron a Sanxenxo”, cuenta Bóveda, para después indica que existen diferentes niveles pero que, todos ellos, se pueden expresar ya en este idioma.

Tiempo para el ocio
 

El ocio también ayuda a la integración de los migrantes llegados de Mali con los vecinos de la localidad. Bóveda cuenta que desde el Concello ponen todas las facilidades para ayudar a estos jóvenes y mejorar su estancia en Sanxenxo.
 

Entre las actividades que hacen en su tiempo libre, cuenta Bóveda, destacan los paseos por el municipio, los juegos de mesa en la que es su casa - el hotel Baixamar -, los partidos en el pabellón o acudir como aficionados a ver encuentros del Dorrón