La planta de compostaje de Sogama en el polígono de Baión empezará a funcionar en octubre, a tiempo para que los concellos puedan cumplir con la normativa europea que obliga a reciclar también la basura orgánica y a cumplir con un porcentaje en el primer año. Todo ello debe estar en marcha a partir del 1 de enero de 2024 y concellos como Vilagarcía y Vilanova está apurando la instalación de un nuevo contenedor específico, el marrón, mientras que otros, como Cambados, seguirán el modelo de compostaje urbano que pusieron en marcha con la Diputación. De hecho, según el alcalde de este, Samuel Lago, ya cumplirían con el objetivo europeo. Aún así, hará uso de esta nueva infraestructura para su servicio de grandes productores (hostelería y comercio), que ahora llevan a una planta más lejana.
La de Vilanova se ha proyectado para dar servicio a 326.000 habitantes de 26 ayuntamientos del entorno y el presidente de la sociedad pública, Javier Domínguez, recordó que, de no cumplir con la normativa, lo que les espera después son multas. Traducido en basura, podrá gestionar unas 15.000 toneladas anuales de biorresiduos y unas 7.000 del necesario estructurante para que el proceso resulte exitoso, es decir, para convertirla en compost.
Según Domínguez, de ahí pueden salir entre 6.000 y 8.000 toneladas de abono que “en principio, se pondrá a la venta para tratar de recuperar parte de la inversión, aunque los concellos –deberán adherirse a un convenio específico para usar el servicio– tienen derecho a percibir entre un 20 y un 25 %”. La construcción y equipamiento ha supuesto una inversión de 15 millones de euros y la Xunta ha contado con ayudas europeas.
La planta empezará a funcionar con entre tres y cuatro trabajadores, con la previsión de subir hasta ocho, conforme vaya aumentando la entrada de desperdicios en estas instalaciones de más de 20.000 metros cuadrados y que el presidente visitó ayer en compañía de representantes de la UTE adjudicataria de la obra, a la que agradeció su “gran esfuerzo” para tenerla a tiempo, y el alcalde, Gonzalo Durán.
En un lateral tiene ocho túneles donde la materia orgánica permanecerá entre tres y cinco semanas para su fermentación y maduración. Posteriormente se trasladará a ocho pilas de postmaduración, donde pasarán otras tres, y luego se pasa a la zona de afino donde se eliminan impurezas como pueden ser pequeños plásticos o piedras, para que el abono tenga la mejor calidad.
Domínguez animó a los concellos a implantar ya el contenedor marrón. Durán explicó que Vilanova está en ello, con una ampliación del actual contrato de la basura que tiene mancomunado con Cambados y Meis, pues data de 2019 y no se contemplaba, pero sí incluía una cláusula previsora: “Se incrementa el coste de recogida porque son contenedores nuevos y otro camión, pero el de tratamiento baja a 48,30, sin IVA, frente a los 66, sin IVA”, de la incineración tradicional en la planta de Cerceda a donde seguirá yendo el contenedor verde.
Así las cosas, los costes se equilibrarían y los vecinos no deberían notar un aumento en el recibo, sin embargo, el regidor prefiere no adelantar acontecimientos hasta “verlo funcionando y tener cifras reales”, pues dependerá de la implicación de la ciudadanía, que cuanto más use el marrón más descenderá el contenido del contenedor más caro de transportar y tratar.
Durán también señaló que esto le parece “serio y no esas cosas de la Diputación”, el Revitaliza, y que ha tenido un seguimiento desigual en la provincia.