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viernes | 22 noviembre | 2024
La Policía Nacional ha lanzado una campaña para tratar de localidad a diez fugitivos, entre los que hay dos cambadeses: el salesiano natural de Castrelo, Segundo Cousido Vieites, condenado a 32 años de prisión por abusar de seis menores, y el lanchero Baltasar Vilar Durán, conocido como Saro, que tiene pendientes de cumplimiento 45 años de cárcel.
La lista de los más buscados incluye a otros criminales reclamados por diferentes juzgados nacionales e internacionales –alguno de ellos desde hace más de diez años– y que podrían “ocultarse en nuestro país”. Los delitos por los que se les busca son aquellos con las penas más graves, como homicidios, asesinatos, violaciones, abuso sexual de menores de edad o tráfico de drogas conectado a criminalidad organizada de alto perfil, explican en un comunicado.
Para tratar de dar con su paradero, han creado una iniciativa solicitando la colaboración ciudadana porque “puede resultar fundamental, ya que son susceptibles de ser vistos a lo largo del país”. Cualquier persona que pueda aportar algún dato puede dirigirse a la Policía a través del correo electrónico losmasbuscados@policia.es y las autoridades destacan que los datos de los informadores serán completamente confidenciales.
Aunque se cree que los fugitivos podrían encontrarse en España, el órgano policial ha recalcado que estos pueden ser detectados fuera de la fronteras españolas y que, de ser así, la Sección de Localización de Fugitivos cuenta con herramientas de cooperación internacional.
En cuanto a los gallegos mencionados, la institución incluye al salesiano Segundo Cousido, que lleva huido de la justicia desde febrero de 2023, cuando se emitió una orden de busca y captura porque no se presentó para su ingreso en prisión.
La Audiencia de Pontevedra había dictado una orden de detención e ingreso contra el cambadés, pero la Guardia Civil lo localizó en Cambados, en cuyos juzgados firmaba semanalmente mientras la sentencia no era firme.
En ese momento, su abogada solicitó que le concediese un plazo de cinco días para ingresar de forma voluntaria, debido a sus circunstancias personales, y el tribunal provincial aceptó, teniendo en cuenta que tenía el pasaporte retirado, tenía domicilio conocido, siempre se había presentado a firmar y había atendido a todos los requerimientos judiciales, así que dictó un oficio por el que se dejaba sin efecto la orden de detención.
A partir de ahí, le dio tres días para ingresar y cumplir los 32 años a los que fue condenado por haber cometido delitos de abuso sexual hacia seis menores: durante un campamento celebrado en el colegio de la orden en Cambados, el visionado de un partido de fútbol en un centro de Vigo, donde era profesor, y una peregrinación a Santiago en 2019. Sin embargo, nunca apareció.
La ficha policial indica que “aprovechaba su situación de superioridad y la confianza que depositaban los menores en él para abusar de ellos” y lo describe como un hombre de 1,80 metros, de complexión grande, la piel blanca y los ojos y el pelo de color oscuro. “No presenta gran peligrosidad, pero sí alto riesgo de evasión”, añaden.
En cuanto al otro cambadés, es un viejo conocido de las fuerzas antidroga. Saro se inició en los años 70 y 80 con el contrabando de tabaco junto a otro reconocido piloto de narcolanchas ya fallecido, Patoco, y ya en los 90 recibió su primera condena por transportar un camión de fruta con cocaína.
A partir de ahí se sucedieron otras condenas por narcotráfico, siendo una de las más destacadas la producida por la investigación contra una organización de lancheros, la “Tabaiba”, por lo que fue condenado a 22 años. La investigación explotó en 2009 y fue uno de los golpe contra el narcotransporte más importantes. Posteriormente fue detenido en varias ocasiones más, acusado de pertenecer a organizaciones de transporte de droga y de haber conducido una de las planeadoras más grandes que se recuerda y que apareció varada en una playa de Nigrán en 2009.
Pero también es conocido por escurridizo y, de hecho, lleva desaparecido desde 2013, poco después de conocer la última condena. En total, tiene pendiente de cumplimiento 45 años de prisión y algunas fuentes lo situaron hace años en Marruecos.
Desde la Policía Nacional indican que se le vincula con el narcotráfico colombiano y que se caracteriza por “una especial capacidad evasiva gracias a sus contactos”. Baltasar Durán, que tienen 67 años, destaca por rasgos físicos como sus ojos azules y “llama la atención el gran tamaño de sus orejas y su nuez prominente”, señala el Cuerpo en su comunicado.
Los delitos cometidos o por los que se investiga a estos prófugos son de especial gravedad y algunos están considerados como muy peligrosos. Así califica la Policía Nacional a Gregorio Navas Hernández, especializado en robo de vehículos; a José Manuel Canela Vázquez, conocido como Ferramache y considerado como uno de los capos del hachís de Huelva; a Jesús Heredia Iglesias, condenado por matar junto a otra persona a un tercero en 2009, al que dispararon y acuchillaron tras una discusión en un local de Talavera de la Reina; y al sicario colombiano Jonathan Montoya Rendón, por la muerte del capo colombiano y exsocio de Pablo Escobar Leónidas Vargas, en 2009, cuando estaba ingresado en el Hospital 12 de octubre de Madrid.
El listado lo componen también Alberto Severo de Sousa Madureira, al que buscan por la muerte violenta de su pareja en una casa de Sant Sadurni d´Anoia; Álvaro Pasquin Mora, buscado por delitos contra la libertad sexual y con un tatuaje en el pecho que dice “la suerte está echada”; Domingos Manuel Pinto Coelho, acusado de abusar de su hija menor de edad durante ocho año; y Marek Dawid Legiec, reclamado por Polonia por narcotráfico y con características como un lunar en la sien izquierda y un tatuaje de tela de araña en un codo.
