“A porta do Averno” está en una casa de Cambados

Una vecina de Tragove atrae a los curiosos con el singular montaje realizado en el jardín de su casa y que crece cada año como un fantasmagórico y realista cementerio hacia el infierno
“A porta do Averno” está en una casa de Cambados
La cambadesa posa con su familia ante el terrorífico montaje de su jardín | GONZALO SALGADO

Cada vez más vecinos se animan a decorar sus viviendas con estética terrorífica para que los niños disfruten al máximo del Samaín, aunque también lo hacen los adultos como Raquel González, una cambadesa que el año pasado empezó a realizar un espectacular montaje pensando en su hijo de diez años y sus amigos, pero “tamén por min, gústame a decoración e dar un pouco de ambiente, que veñan os veciños a velo...”, explica. 

 

Así las cosas, el jardín de su casa, en la Aldea de Tragove (Corvillón), alberga un cementerio al que no le falta detalle. Ya el año pasado colocó algunas tumbas, pero en esta edición decidió ampliarlo con más lápidas y más figuras fantasmagóricas y espera seguir así muchos años más, por lo menos hasta donde le permita el espacio que tiene en casa para almacenarlo luego todo. 


Su “Porta do Averno” invita a “pasar sen chamar”, pero para quien se atreva, porque es su realismo lo que le hace triunfar. Cuando construía su vivienda ya tenía algo en mente y guardó las planchas de polietileno sobrantes del aislamiento y luego, sus “defuntiños” son todo un ejemplo de reciclaje, pues el esqueleto que guardan bajo las sábanas están compuestos de botellas de plástico, poniendo de manifiesto la destreza e imaginación de González. 


Pero también de su familia e incluso de los amigos de su hijo, a los que involucró pidiéndoles que pensaran en las frases para las lápidas. “Os puxen a todos a pensar para que participasen un poco porque, ao final, sobre todo o fas por eles”. 

 

 

“A porta do Averno” está en una casa de Cambados

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