La controvertida modificación puntual número 5 del PXOM en Ribadumia, para ampliar el suelo industrial de Cabanelas, echó a andar en el Pleno del jueves. Lo hizo con su aprobación inicial, en la que el PP se quedó solo, defendiendo una limpieza y legalidad en el proceder de la que dudan todos los demás grupos, en la oposición. Con todo, solo hubo los votos en contra de PSOE y de BNG: El edil de Somos no pudo participar en la sesión por causas de “forza maior” y el de Xuntos, Ramiro Lorenzo, se ausentó deliberadamente del Pleno en este punto, tras haber fracasado su petición de volver a retirar del orden del día el punto —llegó a quedar en otas tres ocasiones sobre la mesa— y considerar que se debatía un asunto en base a informes falsos.
Así, en el centro de la discrepancia, sigue la nave existente en la zona, sobre suelo ahora rústico, declarada ilegal y con orden de derribo por la APLU, que no figura en alguna de la cartografía incluida en el expediente.
A esto se aferró la oposición para intentar hacer mella en el ejecutivo y así lo reiteraron hoy en sendos comunicados PSOE y Somos.
El alcalde, David Castro, los acusó de “confundir” la figura del cambio urbanístico con la supuesta intención de “legalización” de la nave, cuya existencia el regidor no niega. De hecho, justificó esta modificación urbanística en la existencia de “interese de adaptación do polígono á realidade, porque o que había no plan xeral non é o que se ve”. Además, aseguró que el Concello consiguió salvar, “sempre dentro da legalidade”, otras dos construcciones, particulares, en Besomaño y Lamas, expedientadas por la APLU y entonces la oposición no dijo nada. “Se é posible e hai unha solución legal, pois que se salven as súas construccións”, argumentó”. En lo referente a la critica por lo de Cabanelas, considera que “parece que se busca sacar rendabilidade política”, acusó.
“É consciente de que a modificación o PXOM debe estar inspirada en interese xeral? E que, de non ser así, pode facer que incurra nun delito de prevaricación?”, espetó el portavoz socialista Javier Mougán. “Cres que algún de nós”, defendió Castro sobre él y su gobierno, “vai aprobar algo sen un soporte técnico?”. Porque, efectivamente, el alcalde listó informes favorables y el visto bueno ambiental de la Xunta para defender que la modificación se realiza al amparo de los técnicos y de la legalidad. “Pero por que se fixo mal o papel? Por que pon que o terreo carece de edificacións?”, insistió la nacionalista Vanessa Fariña.
El alcalde reiteró que durante el periodo de alegaciones podrán plantearse todas estas, y otras, objeciones.