La Concellería de Obras está retirando los tocones de las cinco palmeras taladas en la Praza do Concello tras secarse por el picudo y las sustituirá por árboles de flor –del género de la magnolia o similar– que se comprarán ya con cierto porte, de entre tres y seis metros de altura.
Una de las primeras decisiones que tomó el concejal José Ramón Abal Varela cuando accedió al cargo fue talar las emblemáticas palmeras. Muy a su pesar, pero solo quedaba en pie el tronco –se habían descabezado por seguridad, para evita la caída de ramas secas por la plaga– y la imagen que daban era “vergoñenta, e máis tendo en conta que se achegan actos como os da Cidade Española do Viño”.
Esto y cambiar la base de todas las farolas existentes entre el cruce de Catro Camiños y la parada de taxis de la Avenida de Galicia por motivos de seguridad, pues “estaban podres”. De hecho, en verano se había desplomado una delante del Gadis y temía que se produjeran más casos con la llegada de los temporales de invierno.
Para los trabajos en la Praza do Concello se ha contratado a una empresa que trabaja con una máquina destoconadora que va lijando el resto de los troncos. De otro modo, hubiera sido preciso desarmar las enormes jardineras con banco de piedra y Abal Varela considera que hubiera sido “máis custoso economicamente”.
También informó del corte de la copa de la enorme acacia central porque hacía efecto vela y estaba torciendo el tronco. En concreto, se le cortaron seis metros que pesaban una tonelada de peso.