La Corporación de Vilanova adoptó ayer nuevas medidas de ajuste económico impuestas por el Ministerio en un Pleno bronco, por momentos a gritos, en el que el alcalde, el popular Gonzalo Durán, y la portavoz del Bloque, Carmela Alfonso, acabaron dedicándose insultos, como cuando el regidor la llamó “sinvergüenza” y la nacionalista a él “mentireiro”.
Más allá de las formas, el fondo de la sesión extraordinaria de este martes fue ese paquete de medidas económicas. Primero: la revisión al alza de las tasas del agua, saneamiento y depuración. Después, la formalización de un préstamo con el Fondo de Financiación a Entidades Locales, en su Fondo de Ordenación, un mecanismo impuesto por el Gobierno central para seguir haciendo frente al pago de facturas del Concello a sus proveedores. La medida llevaba otra pareja: La modificación, tercera ya, del plan de ajuste económico, en el que Vilanova entró en 2012.
La bronca hizo ya su aparición a la altura de los dos primeros puntos, los de las tasas. Primero, la oposición presente en la sesión (PSOE y BNG, Renova no pudo acudir al Pleno) concedió que, si bien la subida del agua conforme al IPC era obligada, si era cierto que el Concello “ten superávit”, solicitaban que fueran las arcas municipales las que asumiesen esa subida y no los vecinos. Durán reprochó entonces que “los precios públicos no son subvencionables, es obligatorio repercutir el coste real”.
Cuando se abordó la subida de la tasa de alcantarillado, Carmela Alfonso reprochó los “constantes verquidos” y solicitó que se ejecute una cláusula de “responsabilidade ambiental” por valor de “seis millóns de euros” con la concesionaria, Espina y Delfín. “La estulticia me hipnotiza”, arremetió entonces el regidor. “El saneamiento no funciona bien porque la izquierda de este país no deja cambiar la tubería (colector a Cambados). A la izquierda le gusta que la porquería salga al mar, porque ustedes son lo mismo, una porquería”.
Alfonso pidió entonces “respeto”; “non ten razón por gritar máis forte”, lo que no hizo sino alimentar el tono de Durán. “Hay que tener cara, ¡coño ya!, hay que ser cínicos. Están todos jorobados (marisqueo) por la culpa de la porquería que nos gobierna”, insistió elevando aún más la voz.
Con el debate sobre el préstamo, volvieron los encontronazos. La oposición cifra en algo más de 900.000 euros la operación. La socialista María José Vales volvió a insistir en que pedir este dinero, con intereses, “non se entende” en un Ayuntamiento “con superávit”, reiteró. “Porque nos gobierna una banda”, contestó Durán señalando al PSOE en el Gobierno Central.
"¿De verdad cree que yo la grabo (con el móvil)? No vale ni la corriente de la batería lo que usted dice"
Alfonso defendió entonces que el Ministerio obliga solo a este mecanismo de ajuste “ao 3% dos concellos galegos, a 9 de 315. E Vilanova está nese 3%”, lamentó. “Iso pasa porque vostedes teñen uns proveedores aos que non pagan en tempo e forma”. La nacionalista vio entonces a Durán manejar su teléfono móvil y espetó: “Podemos gravar todo”, recordando la reiterada petición de que se graben y emitan los plenos. Durán entonces replicó: “¿De verdad cree que yo la grabo? No vale ni la corriente de la batería (del móvil) lo que usted dice”.
A eso terció Alfonso, llamándole “maleducado” y Durán, a su vez, contestó: “maleducados, terrotistas y salvajes son los que queman casas”. Defendió entonces el popular la gestión de sus casi treinta años de gobierno: “Hemos bajado la deuda a la mitad”, a lo que Alfonso señaló que “aquí hai proveedores que non cobraron nunca, porque a débeda prescribiu dúas veces”. “Está hablando del Sirena”, apuntó Durán al histórico negocio familiar vinculado con la nacionalista. “Que dejaron sin pagar el alquiler y los echó a patadas un juzgado”, arremetió.
"A la izquierda le gusta que la porquería salga al mar, porque ustedes son lo mismo, una porquería”
Ya en el punto de la modificación del plan de ajuste, preguntó Vales “desde cando está este Concello intervido polo Ministerio”, a lo que Durán contestó “desde que gobierna el PSOE”, para luego ser matizado por Alfonso: “Desde 2012”, con el gobierno de Rajoy. El plan “obriga a subir recadación e a reducir gastos”, resumió la oposición, afeando que esto suponga subidas a los vecinos como las del ICIO o el IBI. “No subimos el IBI desde 1995”, defendió Durán.
En medio del debate, ya desdibujado del punto, Durán y Alfonso se enzarzaron en una discusión sobre el transporte municipal al Hospital do Salnés. “Querían que se suspendiera, que era muy caro”, acusó el popular. “Que mentireiro!”, estalló la edil del Bloque. “Pedimos que se suspendera o privado e que se ordenase cunha ordenanza”. “¡Pidieron que se cobrase, que lo teníamos gratuito!”, “¡qué sinvergüenza!”, siguió Durán, para terminar pisándose ambos en la reiteración de las acusaciones mutuas.