El alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, compareció ayer por la mañana por tercera vez esta semana para redundar en sus acusaciones contra la concejala y candidata del PSOE, María Vales, de que tiene una causa judicial abierta. En esta ocasión, con lo que, en ese momento, parecía una prueba irrefutable: un escrito de Fiscalía. Fue una comparecencia trufada de sus habituales maneras de tono elevado y en la que apeló a la ética personal y de partido para reclamar nuevamente su dimisión. Sin embargo, la aludida ya había iniciado la maquinaria para saber de qué se trataba eso de lo que, perjuró, no tenía conocimiento, y por la tarde, la presidenta del PSdeG, Carmela Silva, desembarcó en la localidad para arroparla y contar “a verdade con feitos”.
La denunciada no es la también expatrona mayor, sino otra persona relacionada con la Cofradía y el Ministerio Público cometió un “erro” que, según Silva, el propio fiscal jefe de Pontevedra le reconoció a Vales en una reunión y que ya ha mandado corregir, además de autorizarles a difundirlo “ante o evidente daño”. Porque, efectivamente, al final del escrito pone “la persona inicialmente sospechosa sería la referida María José Vales Martínez”, pero el nombre de la denunciada es otro y así aparece al inicio de la denuncia, la cual fue presentada por el actual patrón mayor de Vilanova por un asunto de retribuciones.
Pero la presidenta no cree en las casualidades: “Foi un erro inducido polo modo tendencioso en que estaba redactada a denuncia. Cita interesadamente a María e a denunciada é outra, para que puidera ser utilizada por Durán. É unha montaxe orquestrada e urdida coidadosamente para atacar á candidatura socialista e ademais, calendarizada”. Y es que Silva destacó que fue interpuesta el 7 de marzo y es ahora, en plena campaña electoral, cuando llega a manos del regidor y candidato del PP.
Durán recibió el escrito como un anónimo en el buzón de su domicilio particular, pero la socialista mantiene su acusación: “É o ‘modus operandi’ do PP de Galicia”. Pero “esta infamia, este acto repugnante non vai quedar impune”, añadió para anunciar que van a pedir al Ministerio Público que inicie una investigación de oficio para aclarar quién fue; también porque se difundieron datos no públicos y que atañen a derechos fundamentales de la persona denunciada. Es más, creen que lo tiene muy fácil “xa que ten anunciado a bombo e platillo que ten cámaras na súa casa”. Pero además, le pidió la dimisión y, en caso contrario, que su partido lo expulse inmediatamente: “Se Rueda non o fai, é cómplice”.
“Responderá ante os tribunais polos seus insultos e calumnias, non hai dereito; desprestixiarme a sabiendas”, apuntó la propia alcaldable, al borde de las lágrimas. Estuvo arropada por un buen número de compañeros que aplaudieron a rabiar cuando añadió que “é o último segundo que lle dedico, agora campaña, campaña e campaña, con proxectos para os nosos veciños”.
A la presidenta del PSdeG también le embargó la emoción polo “gravísimo dano inflixido” a su compañera y, junto a ella y la secretaria xeral de Vilanova, Sheila Ferreira, se levantó del asiento: “Xa está ben de rirlle as gracias a Durán, é un ataque á democracia, toda a sociedade ten que poñerse en pé. Estamos nun concello único que só ten un problema, o seu alcalde. Non soporta que o PSOE teña a mellor candidata, forte, honesta e intachable; non soporta que estas mulleres empoderadas queiran cambiar o mundo”. También hizo un guiño a la condena por llamarle chacha para todo: “Xa lle gañamos por calumnias e por machista”.
El regidor había apelado por la mañana a que Vales debía dimitir en base al código ético del PSOE y que, por tanto, “no puede ir en la candidatura”, además de no creerse que no estuviera enterada de ese escrito que el 14 de marzo se mandó al juzgado por lo que podría ser “un delito de falsedad”: “Y si no, le pasáis una copia”, llegó a decir a los medios, después de llamar “mentirosos” reiteradamente a los socialistas.