El Refugio de Cambados busca ayuda para Mao, un gato superviviente de la explosión mortal de A Illa

Es un felino callejero que atendía la fallecida y que se ha quedado casi paralítico tras salir despedido
El Refugio de Cambados busca ayuda para Mao, un gato superviviente de la explosión mortal de A Illa
El gato Mao está ingresado en la clínica del Refugio | MÓNICA FERREIRÓS

El Refugio de Animales de Cambados está solicitando ayuda para poder atender a un gato callejero que recibía los cuidados de la mujer fallecida hace unos días tras una explosión de gas en su casa de A Illa y que ha quedado semiparalítico, pues creen que estaba dentro de la vivienda en ese momento y la onda expansiva lo arrojó a la calle. 


“Una chica con un corazón de diez”, recalcó su presidenta, señalando que su familia se preocupó desde el primer momento y se ha encargado de otros tres que también atendía. Pero el caso de Mao, como han bautizado a este macho, requiere de unas atenciones y genera unos gastos que han quedado en tierra de nadie. O no, pues Olga Costa recordó que “los concellos son los responsables pero en A Illa no hay un protocolo de colonias de callejeros como tenemos en Cambados y así, son los propios vecinos quienes los atienden”, se quejó. 


La cambadesa detalló que el felino llegó con quemaduras de las que se ha recuperado e incluso del posible trauma porque “pide mimos y atenciones”. También sin moverse y arrastrando las patas traseras, en las que le falta gran parte de la movilidad.


Una especialista les indicó que podría tener una vértebra astillada, pero “necesitamos hacerle un TAC para saber exactamente hasta dónde llega la lesión y hablamos de 500 euros que no podemos sufragar porque somos una protectora, no podemos ayudarlo más”.


Su esperanza era poder darle las atenciones necesarias hasta que la isleña se recuperase, pero por desgracia, la herida falleció uno días después del suceso en el hospital. 


Así las cosas, buscan a alguien que “se apiade” de Mao y ayude con los gastos veterinarios y que, sobre todo, quiera darle un hogar, darle una tercera oportunidad. La segunda fue sobrevivir a la explosión y la primera, haber recibido el cariño de Denís R.R.. Y es que “si el animal tiene posibilidades de vivir y no sufre, no vamos a eutasianarlo, no es nuestra filosofía”, recalcó la presidenta del Refugio. 


Según la cambadesa, creen que el animal se encontraba dentro de la casa cuando se produjo la explosión y que salió despedido por la puerta o una ventana. Explicó que la isleña, de 43 años, también atendía a otros animales y que uno de ellos apareció una semana después detrás de la lavadora, muy asustado.


También tuvo palabras de agradecimiento para sus parientes porque a pesar del dolor de la enorme pérdida se preocuparon por ellos. 

 

 

El Refugio de Cambados busca ayuda para Mao, un gato superviviente de la explosión mortal de A Illa

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