Las obras del cuartel de Cambados se han retomado estos días después de dos meses paradas por problemas en la fase de excavación y la aparición de una capa de aguas subterráneas. De hecho, la empresa adjudicataria y la sociedad estatal encargada del proyecto, Siepse, han estado buscando soluciones y esto ha supuesto una modificación del plan original con el consiguiente incremento del presupuesto. Desde el Ministerio del Interior indican que la inversión total estimada es de 9,6 millones de euros, es decir, tres millones más respecto al precio de adjudicación –6,5 millones–.
Estos contratiempos retrasan también la fecha de finalización prevista, que era para octubre de este año ante un plazo de ejecución de un año y tres meses. De hecho, la cimentación ya tendría que estar lista y será en estos días cuando se empiecen a poner las pantallas. Ahora se están desarrollando los trabajos de ejecución de la instalación de geotermia, que será el sistema utilizado para calentar las nuevas instalaciones oficiales.
Fue precisamente en los sondeos realizados para implantar este sistema, que extrae el calor del suelo, cuando se detectó que podía haber problemas con los trabajos de excavación para hacer el aparcamiento subterráneo a la hora de trabajar en las zonas pegadas a las propiedades colindantes, donde está una parte del muro del Pazo de Fefiñáns, que ya en el proyecto está recogido como un bien protegido y a tener en cuenta a la hora de obrar. Asimismo se observó mucha agua en las capas del subsuelo y hubo que realizar sondeos piezométricos para el control del nivel freático de la parcela.
La construcción del nuevo cuartel de la Guardia Civil cumple una vieja aspiración de Cambados, que llevaba años solicitándolo ante el mal estado del viejo. Sucesivos gobiernos locales lo intentaron sin éxito hasta que el actual presionó con más fuerza debido a los problemas estructurales que tenía el edificio y que suponían un peligro para los trabajadores y los ciudadanos.
La obra empezó en julio de 2022 en la calle Valle-Inclán, tras derribar el anterior, y dará paso a uno de los cuarteles más modernos de España. Fue adjudicada a Edhinor por 6.589.342 euros y según Interior, el contrato se ha revisado conforme a la aplicación del Real Decreto 3/2022, que contiene Medidas en Materia de Revisión de Precios en los contratos de obra del sector público, y el gasto total estimado asciende a 9,6 millones.
El proyecto contempla la edificación de dos bloques. En el bajo de uno se ubicará la atención a la ciudadanía, las oficinas del área de intervención de armas y de detención –tres calabozos de adultos y dos especiales para menores– y tendrá más zonas de trabajo en otras dos plantas superiores. El otro inmueble tendrá cuatro pisos con cuatro viviendas en cada uno y hasta un total de ocho de un dormitorio y otras tantas de tres habitaciones. Además habrá aparcamiento subterráneo para los coches oficiales, otro estacionamiento para los particulares, un amplio sótano de 1.700 metros cuadrados y se emplearán paneles fotovoltaicos para que sea lo más eficiente posible energéticamente.
En las dependencias trabajarán más de un centenar de agentes aunque empezará con unos 60, que supone una veintena más que la plantilla actual. Este cuartel también asumirá la capitanía de O Salnés, actualmente en Vilagarcía, con el traslado de los mandos y otros servicios como Seprona.