Ribadumia descorchó ayer la LI Festa do Viño Tinto do Salnés e Exaltación das variedades autóctonas después de la verbena de aperitivo que ofreció París de Noia el jueves y que fue un gran éxito, a pesar del viento registrado de madrugada. Y lo hizo con “grandes expectativas”, de alcanzar por lo menos la gran afluencia del año pasado, la cual se contabilizó como la más importante de los últimos años, pero sobre todo con un “viño mellor que o do ano pasado”, un “viñazo”.
Son un total de 14 bodegas y la barra de algunas ya estaba ocupada antes del corte de la cinta inaugural en la que, como ya es habitual, tuvieron gran protagonismo los niños de la Escola de Ocio y el Plan Madruga. En esta ocasión acudieron vestidos con el traje tradicional de catadores y valedores, con su fajín y boina tan característica. Junto al alcalde, David Castro, otros concejales y miembros de la comisión organizadora dieron por iniciada esta edición.
Pasaba de la una de la tarde y la carpa ya estaba repleta, con espacio suficiente para moverse, pero con gran cantidad de asistentes deseosos de probar la añada. La pandilla de José Manuel González pertenecía a este grupo de madrugadores.
Él es ribadumiense y propietario del bar “O Loureiro de Siso”, pero sus acompañantes venían de otros puntos de Galicia, como Vigo. “Si podemos, venimos todos los años”, comentaba uno de ellos. “Ya están buscando un piso aquí”, bromeaba su amigo “autóctono”. Juntos disfrutaban de un caíño en vaso corto de cristal, como debe ser; la taza es para el Tinto de Barrantes, explicaron estas voces expertas. Y es que con esta celebración Ribadumia no solo homenajea a su elaboración reina sino también a otras tradicionales de la comarca y precisamente para este grupo y otros muchos, “es una oportunidad para probar más variedades autóctonas porque normalmente en los bares no tienes tanta opción a esto”.
No obstante, una gran mayoría empuñaba “cuncas” con ribetes de ese color morado tan característico del Tinto, en puestos como el de Adega O Chasco, capitaneada por Julio Cores. Es el primer año que participa como vendedor pero, al igual que muchos, el cultivo de esta variedad es una tradición familiar que se remonta a su abuelo y con “arxón e cepa baixa”, como debe ser, dijo tras especificar que sus viñedos están en Sisán y Besomaño.
En su stand paró el emblemático Manuel Abuín, “Piris” –uno de los pioneros de esta exaltación que empezó hace 51 años muy humildemente– cuando iba de camino al brindis inaugural con las autoridades. En la barra también estaba postrado Antonio Rey, “Toñero”, quien considera que la añada “é mellor que a do ano pasado. É marabilloso, un viñazo”, recalcó.
Este vecino de Ribadumia es de los que no se pierde la celebración “nin o primeiro día nin o último nin os do medio”, bromeó. Forma parte de la pandilla de Cores, que en su puesto lucía algunas de las camisetas de la peña de amigos de la que forman parte desde hace 30 años –desde que “eramos uns rapaces de 14 anos”– y que tienen su propia comida de confraternidad junto al río Umia. Prácticamente todos los años han ido de blanco, sin faltar la típica frase ingeniosa que precisa toda vestimenta de fiesta popular que se precie. Y es que si el tinto mancha, mejor.
El alcalde también vestía ayer una impoluta camisa blanca, pero no por ello dejó de disfrutar de un vino que está en el ADN de la tradición vinícola de Ribadumia y de toda la comarca de O Salnés. Declaró estar “moi contento” de poder inaugurar la 51 edición de una fiesta que “cada vez vai a máis, na que imos cumprindo os nosos obxectivos grazas ao esforzo do Concello e da comisión organizadora, á que teño que felicitar e agradecer o seu traballo, así como a toda a xente que fai posible todo isto”.
El primer edil destacó el refuerzo de seguridad realizado este año con la contratación de una empresa privada que sume a los agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, así como el “completo programa para todos os públicos e gustos” que ofrecerán hasta el domingo. Según él, el año pasado se alcanzó “o máximo de participación” y las expectativas que tienen para este año “son boas, esperamos cumplir esas cifras”.
El Concello espera tener en los próximos meses “máis datos” de su camino hacia la regularización
En cuanto a la ansiada legalización de la folla redonda, la variedad de uva madre de este vino que tiñe la boca y el corazón, como defienden sus amantes, David Castro destacó el hecho de que está encaminada y “hai un compromiso das administracións”, pero también recordó que se trata de un largo proceso, así que mantienen el plazo de que su inscripción en el registro de variedades comerciales “poida estar completa entre o 2026 e o 2028”. No obstante, explicó que “nos próximos meses esperamos ter máis datos sobre a situación noutros países onde estanse regularizando e incluso comercializando variedades híbridas coma esta”.
La falta de regularización del Tinto de Barrantes le ha dado todas las papeletas para desaparecer a pesar de ser una constante en la viticultura saliniense desde ya no alcanza la memoria de los vivos. Problemas de comercialización, imposibilidad de una promoción y proyección, etc. Sin embargo, lleva más de un siglo resistiendo y ha sobrevivido por mérito propio y de un pueblo que lo ha convertido en uno de los vinos más emblemáticos de Galicia.
Como decía ayer uno de los elaboradores: “O bo viño tamén está na man do viticultor, á uva hai que tratala como a un meniño pequeno”. Pero no solo es importante en la parra, también después, como subraya Carlos Núñez: “Este ano houbo algún inconveniente polas elevadas temperaturas, porque esta elaboración precisa frío, pero non afectou moito porque se sabes, o tes controlado”. En su opinión, esta añada también “presenta mellores características que a anterior”.
El bodeguero de Asento de Núñez es uno de los veteranos de la carpa con ocho ediciones a sus espaldas y en esta espera llegar por lo menos a las 250 botellas que calcula pudo vender el año anterior. También es elaborador de un caíño al que ha bautizado con su propio nombre y que es una uva cada vez más apreciada y que suma más cultivadores. Es el caso de Lagar O Parral, de Meaño; una familia con el albariño como buque insignia hasta que hace seis años decidió ampliar su plantación de esta uva y hacer una pequeña producción de 4.000 botellas. “O meu pai propuxo a idea por facer algo diferenciado e tamén porque é un tinto autóctono, para contribuír a que non se perdera”, explicaba Suso Seijas.
Como no todo es beber, en la zona de degustación también se despachan tapas y el entorno está lleno de establecimientos de restauración para todos los gustos y bolsillos. En cuanto a los precios, este año se han actualizado para intentar compensar el incremento del gasto, así que la “cunca” se vende a dos euros y la botella a seis (10 euros en el caso del resto).
El Combo Dominicano puso ayer el broche de oro a esta jornada inaugural y la fiesta sigue hoy con los actos más solemnes: el nombramiento de los nuevos valedores del Tinto y la cata final de los vinos finalistas. Tendrán lugar a las 12:30 horas en la Carballeira de Barrantes y del pregón se encargará el personaje viral de “Virtudes la Repunante”, de la creadora de contenidos y periodista María Foscaldo, que se podrá seguir con una degustación gratuita de vino y pan de millo y chorizo. Posteriormente, en la comida de confraternidad tendrá lugar uno de los momentos más esperados: se conocerá la identidad de los ganadores del certamen, al que este año se han presentado un centenar de tintos y una treintena del resto.
En cuanto al programa de ocio, habrá Festa da Espuma para los más pequeños en la Praza do Concello (18:30 horas); cantos de furancho con Madialeva; los espectáculos de Hey Hematoma y Sufre Mamón, con los éxitos de Siniestro Total y Hombres G (Avenida Rosalía de Castro, 18 horas), y verbena nocturna con las orquestas Saudade y América de Vigo.