El viticultor Francisco Martínez Castro, conocido como Paco de Noya, se llevó ayer una doble alegría. Además de ser nombrado nuevo Valedor de la orden ribadumiense, el emblemático colaborador de la fiesta desde hace 40 años se hizo con el primer premio del certamen vinícola en la categoría de Tinto do Salnés. Y no solo eso, es que ya venció en la edición de 2022 y es frecuente que su vino esté entre los finalistas de la cita. En la de Autóctonos, en esta ocasión triunfó la bodega D´Arvelos, de Vilalonga, que ya el año pasado quedó entre los seis finalistas con derecho a medalla.

Resto de clasificados

Cabe recordar que al certamen de Ribadumia se presentaron un total de 105 y 34 elaboraciones, respectivamente, y los catadores llevan semanas realizando pruebas hasta llegar a la final, celebrada ayer en directo, durante la gala de nuevos valedores. Así, en la modalidad, reina, la de Tintos, los siguientes clasificados fueron: Javier Jamardo Castro (Leiro), Juan Luis Cores Fernández (Barrantes), Luis Rodríguez Balsa (Barrantes), Juan Rial Cores (Sisán) –otro de los valedores que ingresaron este año– y Jaime Cancelo Baulo (Barrantes). 

En la otra, los elaboradores cambadeses tuvieron gran protagonismo, llevándose los siguientes puestos. De este modo, del segundo al sexto resultaron ganadores: Dolores Calo González (Vilariño), Carmelo Vieites Santos (Corvillón), Eugenio Núñez Otero (Vilariño), Carlos Núñez Otero (Vilariño) –esta familia hizo doblete– y Lino Domínguez Torres (Leiro). Sus identidades se dieron a conocer en la multitudinaria comida de confraternidad celebrada en el pabellón de Barrantes y en la que se degustó el tradicional menú y su aclamado postre: las fresas con Tinto de Barrantes. 

Virtudes no se pierde el postre

Su fama incluso llegó a oídos de la pregonera de este año, el personaje viral de Virtudes, la Repunante, creado por la periodista María Foscaldo. “Estoy deseando probarlas”, dijo durante su intervención en el acto de nombramiento de los valedores, aunque, haciendo gala de su peculiar forma de ser y que le ha dado su nombre, mostró su temor a mancharse: “Como caiga en la ropa, eso es más difícil de quitar que a Puigdemont de Waterloo”, bromeó. 

Además de la pregonera, a la comida asistieron elaboradores, bodegueros, vecinos y autoridades de todos los ámbitos, que se encargaron de hacer entrega de los trofeos de esta 51 edición.