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lunes | 25 noviembre | 2024
A Illa vivió hoy un día “histórico” para el municipio y la Ría de Arousa con la firma del convenio entre el Concello y el organismo Acuaes para la sustitución de la obsoleta y contaminante EDAR. De hecho, las autoridades anunciaron que la construcción de la nueva saldrá hoy mismo a licitación por 8,5 millones y 24 meses de ejecución de los cuales, 18 serán de obras y seis de puesta en funcionamiento.
El 80 % del presupuesto se cubre con fondos europeos Next Generation y la presidenta ejecutiva de Acuaes, Rosa Cobo, confía en que, de este modo, el procedimiento infractor abierto por las mismas autoridades por la actual depuradora pueda “quedar paralizado y no se convertirá en multa”.
La inversión restante la aportará el Concello y el alcalde, Luis Arosa, ha recibido críticas de su propio socio de gobierno respecto a las condiciones pactadas. De hecho, el BNG fue una de las grandes ausencias en el acto realizado ayer en la Praza do Regueiro y preguntado al respecto, el regidor socialista se limitó a indicar: “Tanto eles como a oposición estaban invitados, teredes que preguntarlle a eles porque non están aquí”.
Por contra, el regidor recibió halagos por parte de Cobo y del delegado del Gobierno, Pedro Blanco. La primera indicó que llevan trabajando en este proyecto desde 2018 y “el anterior alcalde no dio el paso adelante, pero llegó Luis y lo hizo, en un ejercicio de responsabilidad”.
“Isto é un avance histórico, é para a nosa xente do mar, do que vivimos, e o noso deber como administración”, explicó el regidor. También destacó que es la obra de saneamiento más importante prevista ahora en la Ría de Arousa y que, de hecho, también contribuirá a su “rexeneración global”.
En cuanto a las características de la nueva EDAR, se ubicará muy cerca de la actual, en Niño de Corvo, y todos los procesos generadores de mal olor estarán en zonas confinadas y desodorizadas. Tampoco habrá ruidos molestos en el entorno, según el subdirector de proyectos de Acuaes, José Piñeiro. El ingeniero destacó que la actual precisa de un cambio porque su “capacidad es insuficiente” para el caudal que recibe y el tipo de tratamiento “es incapaz” de eliminar los nutrientes fósforo y nitrógeno como exige la ley.
Las nuevas instalaciones seguirán un diseño de integración en el paisaje y tendrán una zona de pretratamiento; la primera parada de las aguas residuales y donde se recogerán los sólidos más grandes con su paso por mecanismos como unas rejillas de barras con una separación de 40 milímetros y unos tamices de escalera de tres milímetros. Luego se procederá al desarenado y desengrasado.
El siguiente paso será su entrada en el reactor biológico donde habrá tanques abiertos para la eliminación mediante bacterias orgánicas del nitrógeno y el fósforo. Luego hay una fase posterior de desinfección mediante radiación ultravioleta, para eliminar la contaminación bacteorológica.
En otro edificio estará el tratamiento de los fangos generados durante los diferentes procesos de saneamiento y a los cuales se les quitará el agua al máximo y se enviarán a gestores autorizados para su correcta destrucción. También habrá otro inmueble en el que se ubicará el control de la planta, cuyos procesos estarán automatizados, así como las oficinas de laboratorio, vestuarios de la plantilla, etc.
El subdirector de proyectos de la Sociedad Estatal Aguas de la Cuenca de España también indicó que la vieja seguirá funcionando mientras no termina la prueba de la nueva y que el 14 % del consumo eléctrico anual de la planta se cubrirá con los paneles fotovoltaicos instalados sobre los tejados.
El delegado Pedro Blanco destacó una inversión de 25 millones de euros en Pontevedra que, en toda Galicia, asciende a 130 millones. “Este goberno comprométese e cumpre”, añadió.
Asimismo, aprovechando su presencia, se le preguntó por el cuartel de Cambados e indicó que, en cuanto se retomen las obras, “axilizaranse os prazo” para minimizar el retraso de un año que ya sufre la obra.
