La contratación del proyecto de mejora y resolución de deficiencias en la Variante Espiritual do Salnés ha entrado en la recta final con la evaluación técnica de la única oferta presentada al proceso. El presupuesto supera los 200.000 euros, tiene tres meses de ejecución y compete el trazado desde Meis, Ribadumia, Cambados hasta Vilanova.
Actualmente tiene bastantes tramos de vallas de madera muy estropeadas o a las que le faltan piezas, pero que aún presentan buen estado, así que se procederá a su reparación y barnizado. No obstante, hay otros que están inservibles y se proyecta su sustitución, y lo mismo con otros elementos del mobiliario y de la infraestructura turística, como farolas, bancos y paneles informativos.
En el tramo de Meis se ejecutarán cuatro actuaciones, como la renovación del vallado de la parte próxima al Mosteiro da Armenteira y de bancos cuyo estado impide su uso, además de instalar una barandilla para dotar de seguridad a un paso sobre el regato de la zona y de reparar otro de madera situado más adelante. Asimismo se contemplan mejoras en el merendero de San Martiño, con el arreglo de las patas de las mesas de madera y de los aparatos de calistenia.
En Ribadumia también se actuará en pasarelas de madera para salvar pasos de agua, se instalará más alumbrado público y se repondrán vallados afectados por el paso del tiempo, la podredumbre, roturas y la desaparición de algunas piezas. Respecto a Cambados, se prepararán dos pequeños puentes-pasarelas y en Vilanova se aportará xabre compactado en tramos del camino de la costa donde hay socavones debido a los temporales de invierno.
La entidad supramunicipal sufraga los trabajos con los fondos europeos Next Generation recibidos a su proyecto de turismo sostenible y que engloba otras actuaciones para las que se están redactando sus propios pliegos. El gobierno central le concedió 2,5 millones del fondo de recuperación postcovid.