Sanxenxo deja su huella en la Antártida a través del biólogo y veterinario Carlos Barros

Sanxenxo deja su huella en la Antártida a través del biólogo y veterinario Carlos Barros
El sanxenxino señala la pica instalada con el nombre del municipio | Cedida

Carlos Barros, biólogo y veterinario y vecino de Sanxenxo, participa en el proyecto Perpantar del CSIC que estudia los efectos del cambio climático a través del comportamiento de colonias de pingüinos de la Antártida en distintas fases vitales. 


El sanxenxino, que desarrolla su profesión normalmente como conservador de aves en el Oceanogràfic de Valencia, tuvo la idea de fijar a su municipio natal en una rosa de los vientos que hay en la Isla Decepción —donde se fijaba una de las bases de operaciones—, con los 12.554 kilómetros que le separaban de sus seres queridos. Asimismo, el biólogo y veterinario asegura que “en periodos vacacionales y siempre que puedo vuelvo a Sanxenxo donde tengo a mi familia y visito mi playa desde la infancia, Panadeira. Sanxenxo es un lugar privilegiado para vivir, un paraíso”, concluye


El proyecto se repartió en tres fases de unos veinte días, en las que se analizaron tres clases de pingüinos presentes en el continente para conocer como el calentamiento global está afectando a sus funciones vitales. “Son unos auténticos bioindicadores y centinelas del cambio climático. Son más sensibles que cualquier otra especie y eso nos permite en muchos casos a tomar medidas con cierta antelación”, explica Barros.


Tras un pormenorizado trabajo de campo en la Antártida ahora toca sacar conclusiones, una tarea que desarrollarán los investigadores en los próximos meses. Barros señala al respecto que “no tienen que verse como negativas”. Este proyecto permitirá tener la información real de la situación para tomar las medidas acorde a la situación de emergencia climática.

Sanxenxo deja su huella en la Antártida a través del biólogo y veterinario Carlos Barros

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