El Concello de Sanxenxo ha sacado a concurso el cambio del césped artificial y del sistema de riego de los campos de fútbol de Noalla y Baltar de Arriba, por un valor de 678.737 euros. La contratación se llevará a cabo a través de la modalidad de renting (contrato de alquiler) y mediante fondos municipales. El plazo de adjudicación de las labores se estima en unas doce semanas, aproximadamente.

Trabajos a realizar

El nuevo contrato contempla un paquete de césped artificial de última generación, para la práctica del fútbol once y fútbol siete. Además, este deberá cubrir una superficie total de 6.452,12 metros cuadrados en el campo de fútbol de Noalla y de 6.282 metros cuadrados en el caso del de Baltar.

Previamente, el césped artifical deberá haber pasado un ensayo de laboratorio homologado del producto, cumpliendo los criterios establecidos en las normas UNES 15330 y dar cumplimiento a las normas FIFA Quality Pro for Football Turf.

En cuanto al sistema de riego, se prevé la colocación de doce cañones de impacto emergente de las primeras marcas del mercado, con un sistema de rotación 360 grados.

Asimismo, el contrato también contempla otras actuaciones complementarias en el campo de fútbol de Noalla, como son la sustitución completa de la barandilla y mejoras en el cierre perimetral.

Para poder llevar a cabo la colocación de los materiales, la empresa adjudicataria deberá desmontar, retirar y almacenar previamente las zonas anexas al terreno de juego del equipamiento deportivo, como las porterías de fútbol once y siete, las barandillas de protección, las canaletas de recogida de pluviales, los banderines de córner y demás. También, deberán hacer lo mismo con los mecanismos del sistema de riego que hay instalado actualmente.

Visita municipal

El alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín, y el concejal de Deportes,  Marcos Guisasola, visitaron ayer el campo de Noalla, donde se ha realizado la renovación de la iluminación por una de mayor calidad y eficiencia energética, así como la ampliación de las gradas. La mejora contó con una inversión superior a 107.000 euros, con una subvención de la Diputación de Pontevedra.