El Refugio de Animales de Cambados se afanaba ayer en intentar salvarle la vida a un gato que apareció tiroteado en una zona apartada de monte de Castrelo. Presentaba por lo menos doce balines alojados en su cuerpo, pero no conforme con esto, el “monstruo” que le ha hecho esto –así se refieren a su maltratador– lo abandonó moribundo dentro de un saco anudado con un alambre. El Seprona de la Guardia Civil ya ha abierto una investigación para encontrar al responsable.
La presidenta de la asociación, Olga Costa, explicó que toda la plantilla de la clínica y los voluntarios implicados estaban sobrecogidos ante este “ensañamiento. Quien lo ha hecho es un monstruo al que no le costaría nada hacerle lo mismo a una persona. Es dantesco. Yo me vine abajo porque tras 25 años estoy acostumbrada a ver de todo, pero somos personas y tenemos sentimientos y esto es atroz”, reiteró.
Fue la Policía Local quien les avisó por la mañana de que una persona había encontrado en un camino de Castrelo un saco ensangrentando con un siamés dentro sangrando por la cabeza y en muy mal estado. Cuando los voluntarios llegaron al lugar pensaron que podían haberle dado una paliza, pero sobre la mesa del quirófano comprobaron que había sido tiroteado y la radiografía certificó sus sospechas.
Costa indicó que hace unos años tuvieron un caso similar y les llegaron informaciones sobre la existencia de una persona a la que “le gustaba disparar a gatos con una escopeta de balines”. Así las cosas, piden colaboración a la ciudadanía porque “desde luego hay un psicópata suelto”, abundó. Por si alguien vio algo sospechoso, como un coche en la zona entre la tarde y la noche de ayer, que es cuando calculan que lo dejaron allí.
Los agentes del Seprona ya estuvieron rastreando la zona y se llevaron pruebas en el marco de las diligencias abiertas. Mientras tanto, el personal veterinario de la clínica del Refugio estuvo intentando estabilizar al animal. Le encontraron unos doce proyectiles de los cuales, media docena fragmentados estaban en la cabeza. Según la presidenta, consiguieron quitarle dos del cráneo y también tuvieron que cortarle parte del intestino porque lo tenía perforado.
Las próximas horas son cruciales también para saber si precisa de otro tipo de atenciones, pues también presentaba algunos próximos a la columna y a órganos vitales que precisarían de intervenciones más complejas y también de que el gato esté más estable. Pero tienen claro que “vamos a pelear por él, nuestra intención no es dormirlo si no hacer todo lo posible para salvarlo y buscarle una casa como se merece”.
La cambadesa agradeció la disposición de las autoridades policiales implicadas y detalló que el animal, que tendrá unos cuatro o cinco años, no está castrado ni tiene microchip, pero está convencida de que tiene dueño porque “está bien cuidado y alimentado”.