Más de tres horas y el trabajo de siete personas hicieron falta para retirar, ayer, el cuerpo de la ballena que el temporal ‘Kirk’ arrastró hasta la playa de Pampaído, en Sanxenxo. Las labores para retirar el cadáver de este cetáceo, de 18 metros de longitud y entre 17 y 20 toneladas de peso, fue muy complicado, tal y como señala Alfredo López, biólogo de Cemma (Coordinadora para o estudo dos mamíferos mariños) y coordinador de los trabajos.
Tal y como apunta López el cuerpo de la ballena, que se trataba de una “hembra joven”, se encontraba en muy mal estado. “Non chegamos a averiguar a causa da morte, os órganos estaban moi alterados pola descomposición, pero non presentaba nada extraño”, señaló el biólogo tras terminar con los trabajos para retirar el cuerpo del arenal.
Para el corte del animal se precisó la ayuda de la empresa Tranbeyno dedicada habitualmente al sector de la madera pero que, en estos casos, colabora con Cemma. “Ao encontrarse no arenal o que tiñamos que facer era retirar o corpo e, para iso, hai que cortalo”, explica. Para conseguir seccionar el cuerpo, lo que se utilizan son motosierras con cadenas especiales que permitan cortar la grasa del animal.
Una vez despiezada, el cuerpo se trasladó a una planta de incineración en A Coruña. Para ello, tal y como indica López, hizo falta una grúa y un camión de más de doce metros.
Tal y como explica el biólogo al año en Galicia aparecen aproximadamente diez cetáceos muertos en las costas gallegas, pero, el procedimiento no es siempre el mismo.
Únicamente se encargan de retirarlo cuando el cuerpo del animal se encuentra en los arenales y es imprescindible hacerlo, cuando se vara en rocas o zonas inaccesibles, los cuerpos se mantienen.