Somos Ribadumia replicó ayer al Concello que su concejal, Sergio Soutelo, en ningún caso pretendía recoger una muestra de la piscina municipal para su análisis, sino comprobar de cerca, en una botella, “se a auga estaba turbia ou non” en el vaso grande, pues así le pareció cuando se encontraba allí en su tiempo libre. Considera que la reacción del gobierno local, desvelando estos hechos en los medios, es un “circo” además de “absurdo e ridículo”, y le hace sospechar puede haber algún problema, pues, según Soutelo, ese mismo día “a empresa de mantemento estaba traballando na piscina e eu diría que a todo correr”.
El edil opositor recordó que la turbidez “é un parámetro de obrigada comprobación diaria nas piscinas públicas” y declaró que “vista a reacción de David Castro –el alcalde– poñeremos máis atención no que acontence na piscina”.
A este respecto también le criticó porque la instalación “se puxo en funcionamento con semanas de retraso e temos constancia de que a empresa de mantemento está alí case a diario”, pero además también “cónstanos que algúns días a auga vese algo turbia e que xa houbo alguha queixa”. Soutelo añadió que el comportamiento de los trabajos de la piscina fue correcto en todo momento, pero que le dijeron que “non tiñan autorización” para darle la muestra y que “debía esperar ao concelleiro Miguel Castro”, quien “montou un lío a partir de nada e non ten autoridade nin é competente para impedilo”, declaró, indicando que como concejal de la oposición tiene “todo o dereito a acceder a calquera instalación pública municipal”.