El Plan Nacional sobre Drogas subastará el 7 de noviembre la concesión administrativa y los bienes vinculados de una minicentral hidroeléctrica ubicada en Coles (Ourense) que fue incautada en su día a la organización del narcotraficante Manuel Abal Feijóo, Patoco. El precio de salida es de 940.000 euros y los postores deben demostrar que tienen solvencia en la explotación de este tipo de infraestructuras. 

El lote está compuesta por el permiso para explotar un caudal de aguas de 1.250 litros por segundo del río Barra destinado a la producción de energía eléctrica, así como la pequeña presa y toda la infraestructura de explotación y conducción que se montó en su día, hace más de una década. Según la documentación, el estado de los bienes es bueno, en general, aunque hay equipos que precisarían de inversión. La concesión es por 49 años, hasta 2060.

Esta minicentral fue decomisada por sentencia firme de la Audiencia Nacional en el año 2017 tras un juicio en el que familiares y otras personas fueron juzgadas como testaferros del narco cambadés, fallecido en 2008, y de su exsocio, considerados ambos los líderes de dos importantes organizaciones de lancheros de la ría de Arousa que fueron posteriormente desarticuladas. Los más de 20 procesados alcanzaron un acuerdo de conformidad y se ordenó el decomiso de más de un centenar de bienes valorados en más de 50 millones de euros y vinculadas a estas organizaciones que utilizaron sociedades instrumentales para “lavar” dinero del narcotráfico. Para dar apariencia legal a los fondos adquirieron todo tipo de propiedades inmuebles. 

Una de esas empresas era Minicentrales 2000 que fue la que, en 2002, compró la concesión administrativa para explotar el salto de agua de Coles y construyó las instalaciones, terminando en 2011. Según aquella resolución judicial, el testaferro que la adquirió, pagó en efectivo y no constaba que tuviera los fondos suficientes obtenidos de manera lícita para afrontar esa operación. Cabe recordar que todo tiene su origen en una de las investigaciones patrimoniales más importantes de los últimos años, la operación Houdini, desarrollada por la Agencia Tributaria. 

La explotación dejó de funcionar a raíz del proceso judicial y el organismo encargado de esta concesión  pública, la llamada por aquel entonces Confederación Hidrográfica del Norte, gestionó la extinción de la concesión en 2017. Esta y el resto de bienes incautados en aquel momento pasaron al Plan, que en estos años ha conseguido vender algunos como la discoteca Pirámide de Sanxenxo, un hotel en Portonovo y algún piso y local. No obstante, aún quedan bastantes. 

La recaudación se destina a programas de inserción de personas con problemas de adicción, así como a prevención, entre otras cuestiones.