A Torre de Cambados rescata una vida de juegos juveniles que acabó en un galpón

La Asociación A Torre de Embarcacións Tradicionais comienza 2025 buscando financiación para nuevos proyectos de restauración con el objetivo de potenciar uno de sus principales valores: la variedad de tipologías. También prepara una exposición al aire libre del patrimonio recuperado en su más de diez años de trayectoria
A Torre de Cambados rescata una vida de juegos juveniles que acabó en un galpón
Miembros de la asociación con el esquife en sus instalaciones del puerto de Tragove | MÓNICA FERREIRÓS

La Asociación A Torre de Embarcacións Tradicionais comienza otro año con la ilusión de potenciar uno de sus principales valores: la variedad de tipologías en manos de sus socios y que cuidan con esmero entre todos. Así que además de darle las necesarias atenciones a su buque insignia, la xeiteira “Rabandeira”, otean los horizontes administrativos en busca de financiación para la restauración de un bote y un esquife, y también para reivindicar la necesidad de más espacio para su actividad, que ahora desarrollan en un departamento del puerto de Tragove. 


Este último barco data de los años 60 del siglo pasado, aproximadamente, y sus últimos días los estaba pasando colgado en el alpendre de una vivienda, amenazado por la humedad y el desuso. Quizás no sea uno de los tipos más conocidos ni tampoco de los más sofisticados y ni siquiera aparece en los poemas de Manuel María, pero es memoria viva de la sociedad de su tiempo. 


Cuenta uno de los socios, Fernando Piñeiro, que él mismo recuerda un pasado en el que los adolescentes cambadeses se hacían de pequeñas embarcaciones para ir a apañar berberecho a O Sarrido o montar improvisadas regatas. En resumidas cuentas, disfrutaban de su ocio en un mar que en la Ría de Arousa es un medio y un modo de vida. Explica que estos esquifes, con los que ponían a prueba la fuerza de sus brazos a golpe de remo, era abundantes y entraron en extinción cuando los tiempos modernos trajeron otros entretenimientos. 


Para que estos proyectos salgan adelante les hace falta sobre todo dinero y tiempo, que les resulta más fácil de conseguir aunque restan horas de su vida personal y laboral. “O esforzo feito pola asociación é bestial e é moi meritorio ser parte da recuperación activa do patrimonio da navegación tradicional galega. Non ten cantidade, pero si calidade e é unha das que ten máis variedade de tipoloxías”, destacó Piñeiro.

 

“É unha das asociacións con máis variedade de tipoloxías. É moi meritorio, o esforzo é bestial”, destaca Fernando Piñeiro


No es un halago menor viniendo de quien viene.  Según él,  “un can vello” que colabora con este colectivo bastante joven, pero también un experimentado patrón y uno de los padres del movimiento gallego de la recuperación de este patrimonio –fue presidente de la federación–. 


Así las cosas, A Torre siempre está poniendo la oreja en el “ruxe ruxe” del mundillo: “Queremos seguir restaurando para enriquecer as tipoloxías que temos, así que estamos pendentes das que se poñen á venda por se non a temos e podemos facernos con ela”, explica su presidente, Iago Otero. Estas adquisiciones suelen hacerse a través de los socios, pero los cuidados son compartidos; nunca faltan manos voluntarias, otro de sus fuertes. 


Así rescataron del olvido y la podredumbre la “Rabandeira”, su buque escuela que ahora volverá a pasar por el taller para las preceptivas tareas de conservación y para colocarle algún elemento tradicional del que no disponía, gracias a una ayuda de la Diputación de Pontevedra.

 

Detalles

Es una creación del maestro de la carpintería de ribeira Domingo Ayaso, de Ribeira. Pero también tienen una dorna de otro astillero de renombre en Galicia, “Os monchitos”, de A Illa de Arousa. Y no solo dornas, su relación de barcos se completa con ejemplares de “choupán”, “buceta” , “loro”, “gamela”, etc. 


En su programa para 2025 no faltarán citas tradicionales como la Regata de O Salnés o la de A Valvanera y además están trabajando en una exposición en puerto para exhibir toda esta riqueza patrimonial, de años trabajo y tesón, con motivo de las Letras Galegas. Desde la asociación explican que la Concellería de Cultura está dispuesta a colaborar en la organización. Detalla Piñeiro que en tierra llama a vivirlo con otros sentidos, como el tacto o incluso el olfato, atraído por el olor de los barnices. Les ha sucedido, de estar en puerto con alguna embarcación y “a xente parábase e tocábaa”.

 

Desde niños

El presidente también recuerda que los nuevos socios siempre son bienvenidos. Están pensando en organizar cursos de navegación para que los interesados prueben y se queden sin quieren, pues con la llegada del buen tiempo son frecuentes sus salidas al mar. En resumidas cuentas, que les pique el mismo gusanillo que le picó al propio Otero y a sus compañeros, que fundaron A Torre hace más de una década, cuando la niñez no les quedaba muy lejos

 

 

A Torre de Cambados rescata una vida de juegos juveniles que acabó en un galpón

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