Trabajadoras de la firma Pescadona salieron ayer a la calle en una concentración convocada por la CIG –con mayoría en el comité de empresa– para denunciar impagos y retrasos en el pago de las nóminas, con especial efecto en dos compañeras que son delegadas de este sindicato. Según la representante de la central, Mar Vila, están “sendo ninguneadas e discriminadas” por su condición de representantes de los trabajadores.
Vila detalló que la firma, dedicada a la elaboración en congelado y conservas de productos del mar, cuenta desde enero con un comité de empresa por primera vez y que tras las elecciones, el sindicato al que representa ganó la mayoría y empezó a reclamar determinadas cuestiones.
Una de las destacadas y de las primeras fue acabar con el “modus operandi” que asegura imperaba en la firma ubicada en el polígono de Cambados: “Sempre pagaban as nóminas con entre dous ou tres meses de retraso para evitar a xudicialización porque son precisos tres meses de impagos”.
Así las cosas, sostienen que, por intermediar, las delegadas de CIG “foron ‘castigadas’ e dous suman tres meses de retraso no pago das nóminas (xaneiro, febreiro e marzo). Pero ademais, ao resto da plantilla só lle deben o mes de marzo e a elas non, sendo claramente discriminadas e ninguneadas”.
La representante sindical afirma que hay otros problemas como “trabas administrativas nas baixas médicas” y que la situación ha llegado a un punto que ya hay demandas en los juzgados por este conflicto laboral.
La compañía cuenta con unos 120 trabajadores repartidos entre las tres factorías que tiene en Cambados, A Illa y Solobeira y de estos hay un alto porcentaje de fijos discontinuos, según Vila, quien pidió a la plantilla “unidade” para mantener las reivindicaciones, pues también detectan otras carencias en materia laboral, además de pedir “máis carga de traballo” para los fijos discontinuos.
En la concentración de ayer participaron sobre una veintena de empleadas y “si a próxima semana non se pagou a débeda, seguiremos coas protestas”, avanzó la sindicalista. La misma insistió en pedir a la empresa –la cual guarda silencio– que se siente a negociar “e normalicemos as relacións entre a parte traballadora e a dirección para chegar a unha solución pacífica e tranquila”. Y es que aseguró que hasta el momento en las reuniones mantenidas no obtuvieron resultados positivos y tampoco confían mucho, pues les habían convocado para mantener una reunión ayer pero “a desconvocaron a última hora”, lamentó.