El Balneario de La Toja vivió ayer la segunda de sus cinco jornadas de huelga convocada por el comité de empresa en reclamación por el ERE anunciado por la dirección del hotel para sus 36 empleados, y sobre el que exige su retirada. Además, la acción de protesta incluyó la primera concentración ante las puertas de ese establecimiento hostelero y también una manifestación por sus alrededores, que contó con la asistencia de medio centenar de personas, entre trabajadores afectados por esa medida que, según manifestó Xoán Xosé Bascuas, responsable de la CIG Salnés, supondrá su despido, y que estuvieron apoyados por familiares.
Bascuas indicó que el 100% del personal de los departamentos de Mantenimiento y del balneario secundaron la huelga, mientras que el área de Restauración sólo funcionó para servir desayunos. Y añadió en cuanto al área de Recepción que funciona con normalidad pues a ese personal le ofrecieron un cambio de condiciones, “algo que non lle ofreceu ao resto”, precisó el responsable de CIG Salnés, quien añadió que a las camareras de piso no les afecta la huelga ya que es un servicio que el hotel tiene externalizado
Se trata de una huelga que coincide con el puente de la Constitución y La Inmaculada, una de las fechas que atrae a más visitantes, coincidiendo además con el inicio de la temporada navideña, y que tendrá continuidad este martes y jueves. Según indicó Bascuas, la opción presentada por el comité de empresa, con mayoría sindical de la CIG, que tiene 4 de sus 5 representantes, pasa por solicitar a la empresa la retirada de ese ERE y que los trabajadores pasen a tener un contrato fijo-discontinuo durante un par de años, periodo tras el cual se retomaría la situación actual. Sin embargo, esa propuesta no fue aceptada por el Grupo Hotusa, propietaria del hotel, por lo que desde el sindicato señalan que la firma hotelera nunca tuvo voluntad de negociar.