La reubicación de los residentes del asilo de Cambados continúa, pero las familias de personas con movilidad reducida se están encontrando con un problema. Explican que se trata de situaciones que precisan de un taxi adaptado o de ambulancias y la orden les ha comunicado que tienen que hacerlo “por su cuenta”. Algunos han pedido ayuda al Concello, que se ha comprometido a estudiar caso por caso por si es posible colaborar y lamenta que ni los propietarios ni la Xunta se estén encargando de estas circunstancias.
Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados ya han hecho sitio a los usuarios de Cambados en otros centros que poseen en Galicia ante la previsión de poner fin a 85 años de laborar asistencial antes de Navidad, de echar la llave al Pazo de Montesacro.
Sin embargo, las familias se quejan de que hay cuestiones que no se están facilitando, como es el caso de personas con movilidad reducida. Así las cosas, se informó al Concello por si hubiera vías de colaboración. El alcalde, Samuel Lago, explicó ayer que se les ha pedido que llamen a la Secretaría de su despacho para presentar su situación y estudiarán “cada caso individualmente con Servizos Sociais, a ver se é posible porque como administración estamos obrigados a facer unha boa administración dos recursos públicos”, advirtió.
Y es que el regidor reconoce que no podrán atender cualquier caso en lo que sería sufragar el coste de un traslado en ambulancia o en un taxi adaptado, según las necesidades de cada residente. “Non podemos facernos cargo de todos, temos que estar falando de persoas con mobilidade reducida e que non dispoñan de capacidade económica para afrontar ese gasto”, expuso. Lago añadió que en anteriores ocasiones se han cubierto traslados parecidos, pero con personas que no tenían recursos económicos y lo necesitaban.
Con todo, el alcalde mantiene el compromiso de estudiar cada caso y ver qué posibilidades hay y aunque entiende que las familias hayan pensado en el Ayuntamiento al ser la administración más cercana, también lamenta la situación, pues “entendemos que se trata dunha cuestión que tería que atender a orde ou a Consellería de Política Social e que nós seriamos os últimos en ter que responder a unha necesidade así, pero como sempre, a xente empeza chamando á porta do Concello”, declaró.
Por otra parte, Lago mantiene su revisión diaria de la agenda de la conselleira Fabiola García para que, en cuanto tenga una cita cerca, acudir y pedirle personalmente, y por enésima vez, una reunión para solicitarle la compra del asilo de San Tomé o la construcción de una nueva residencia, a pesar de que la Mancomunidade do Salnés haya anunciado que hay en marcha planes para abrir una, pues su presidente, David Castro, aún no ha ofrecido los detalles.