El párroco de O Grove, Ventura Martínez, denuncia un nuevo acto de vandalismo en la capilla de San Vicente do Mar donde rompieron todos los cristales de las ventanas de la sacristía, alguna maceta y forzaron la puerta para entrar en el interior del templo.

Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del sábado al domingo, y no es la primera vez que ocurre una acción similar, pues cada verano se producen estos actos, haciendo pensar a Ventura que “por desgracia, llegó el verano. No estoy para nada de acuerdo con el significado de esta frase pero es el sentimiento que aparece cuando nuestra parroquia es atacada cada verano”.

Lamenta que cada fin de semana de verano el atrio de la iglesia se convierta en un botellódromo y que la manera de divertirse de algunas personas sea causando daños a la iglesia.  “Es triste ver cómo cada año ocurren en nuestra parroquia situaciones incomprensibles como esta: ¿qué hay de divertido en romper los cristales de la casa de alguien, y más en una iglesia? Creo que desde nuestra condición de personas creyentes no ofendemos a nadie por reunirnos y rezar nuestra fe nos enseña a respetar a todas las personas por igual. Rezamos para que también nos respeten, pues solo es cuestión de educación”.

En este sentido, advierte que entrar en una propiedad privada a la fuerza es un delito de allanamiento, pero entrar en un lugar sagrado es un una profanación.