Un vecino de la parroquia de Tremoedo (Vilanova de Arousa) encontró esta semana a una cabra sin vida en un arroyo cercano a la iglesia, siendo la segunda avistada en los últimos meses. Al animal se le había substraído un pendiente que llevaba en una de sus orejas con el fin, presuntamente, de no ser identificado.
El joven que se topó con el espécimen denuncia la situación, que además se vuelve más desagradable debido a las altas temperaturas actuales que favorecen la descomposición del animal, al tiempo que pide al autor cesar con esta práctica y una investigación al respecto a las autoridades.
Es la segunda ocasión que este mismo vecino presencia una situación similar a este hallazgo, ya que meses atrás encontró a una cabra moribunda en las inmediaciones de este mismo riachuelo, un camino que realiza habitualmente al pasear a sus perros. El testigo afirma que el animal presentaba unas condiciones paupérrimas y una grave infección que, tras ser evaluado por un veterinario contactado por Protección Civil, tuvo que ser sacrificado.
El joven, en este último hallazgo, llamó igualmente a Protección Civil que aconsejó al vecino comunicarse con el Seprona, ya que el servicio público no cuenta con los medios necesarios para recoger a animales muertos y para que así se iniciase la investigación pertinente. El denunciante, sin embargo, afirma que desde la unidad de la Guardia Civil le comunicaron la imposibilidad de interceder, ya que no suponía un delito medioambiental y que, en su lugar, llamase al 112, acción que terminó por no hacer finalmente