La Xunta constata la viabilidad de la cría de semilla de mejillón en la hatchery

La Xunta constata la viabilidad de la cría de semilla de mejillón en la hatchery
El conselleiro do Mar, Alfonso Villares en su primera visita oficial al CIMA de Vilanova para conocer la investigación sobre la cría de mejilla en la hatchery | M. Ferreirós

La producción de mejilla en criadero es una alternativa “presente e viable” para el sector bateeiro. Así lo confirman los estudios realizados en los últimos meses por el Centro de Investigacións Mariñas (CIMA) de Corón, en Vilanova de Arousa, donde los investigadores trabajan en la producción de semilla de mejillón en la hatchery para su posterior traslado a las bateas, lo que contribuirá a reducir la dependencia del sector en la extracción de mejilla del medio natural.


El conselleiro do Mar, Alfonso Villares, realizó ayer su primera visita oficial a la comarca de O Salnés para visitar las instalaciones del CIMA, donde conoció de primera mano el proceso de cría y los resultados de dicha investigación. 


“Dende a Consellería do Mar se estivo traballando para buscar alternativas e minimizar problemáticas como a que xurdiu nesta temporada coa mexilla, e agora podemos atestiguar que a producción que se está facendo nesta hatchery e a través de distintas investigacións dos científicos, sempre coa colaboración do sector, estamos a ver que a producción nestes criadeiros de larvas é factible, nunhas dimensións e cantidades máis que satisfactorias”, señaló el titular de Mar.

 

Mano a mano con el sector

El interés del sector en este método alternativo de cría es cada vez mayor, a tenor de los avances conseguido. Actualmente son nueve los bateeiros de la Ría de Arousa y de Pontevedra que colaboran con el centro de Corón para encordar en sus bateas la mejilla producida y la previsión es que el número siga creciendo en los próximos meses. 


A grandes rasgos, el proceso en la hatchery comienza con la limpieza de las larvas y su desove en unos tamices donde permanecerán unas 48 horas hasta su cambio de fase, posteriormente se trasladan a la fase de cultivo en piscinas donde permanecen unos 25 días. La mejilla necesita un sustrato estable donde crecer, por lo que en el agua se introducen cuerdas de material vegetal para que se agarre el bivalvo para su posterior traslado a las bateas, interfiriendo de esta manera lo mínimo posible en el trabajo de los bateeiros.


Alfonso Villares también destacó que el seguimiento realizado de la semilla encordada demostró que multiplicó por 30 su tamaño en los primeros 60 días, pasando de unos 0,5 a 15,5 milímetros. Otra muestra de esos buenos resultados es que en junio se recogió la producción de cinco cuerdas con mejilla procedente del CIMA que ya llevaba un año en medio natural y que se tradujo en un millar de kilos brutos, en torno a 52.500 unidades de mejillón de tamaño europeo (unas 50 piezas por kilo).  

 

Villares: “Vemos que funciona e cremos que este é o camiño a seguir para minimizar o problema da mexilla”


El conselleiro destacó que estas cifras son el mejor aval para un modelo de criadero a pequeña escala que es perfectamente exportable y que podría ser replicable por el propio sector. “Vemos que funciona e polo tanto cremos que este é o camiño a seguir para tentar minimizar o impacto á hora da extracción da mexilla no medio natural”. En todo caso, apuntó “non falamos dunha alternativa que vaia sustituir o 100 % pero sí un complemento importante para poñer en práctica e que os nosos bateeiros poidan usar en épocas nas que vexamos dificultades”. 


Sobre su implantación a gran escala, los científicos prefieren ser cautos y no poner plazos y continúan haciendo pruebas en distintos polígonos y bateeiros “para ver como podemos ir incorporando este proceso no seu ámbito de traballo, ainda que coa capacidade que temos non podemos medir todavía que cobertura se lle pode dar ao sector”. 

La Xunta constata la viabilidad de la cría de semilla de mejillón en la hatchery

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