La Xunta de Galicia se encarga de la restauración de la capilla de Nosa Señora da Lanzada tal y como se comprometió con el Concello de Sanxenxo y acaba de adjudicar a la empresa lucense Parteluz Estudio los trabajos que ascienden a 110.000 euros.
Con esta actuación se busca garantizar la conservación de este bien incluido en el Catálogo do patrimonio cultural de Galicia y evitar un posible deterioro irreversible así como la pérdida de elementos de valor artístico y cultural difíciles de recuperar.
Para conseguirlo, el proyecto se pondrá en marcha en las próximas semanas con un plazo de ejecución aproximado de cinco meses que incluye trabajos de limpieza y consolidación en la superficie pétrea. En concreto, tal y como se refleja en los pliegos, consistirán en la eliminación de plantas superiores, en la preconsolidación de placas de piedra y limpieza mecánica de la superficie, en la eliminación de los morteros deteriorados y de cemento, en la desalación y en el sellado de grietas y brechas, entre otras tareas. Además se asentarán las sopenas y la cruz de la fachada principal, a la que también se le devolverá la verticalidad.
A mayores, se ejecutará un estudio histórico-arqueológico mediante sondeos arqueológicos manuales y se hará un levantamiento 3D de la capilla mediante fotogrametría, escalado y georeferenciado exterior.
Para poder desarrollar los trabajos necesarios, se firmó un convenio de colaboración con la Archidiócesis de Santiago de Compostela para la puesta la disposición de los terrenos e inmuebles necesarios, con el objetivo de solucionar las patologías de la ermita, que presenta un notable ataque, que pone en detrimento a futura conservación del conjunto.
La capilla está en una situación totalmente sobresaliente dentro del conjunto defensivo en el que se encuentra, expuesto a condiciones climatológicas muy adversas. De hecho, prácticamente la totalidad de los elementos pétreos tienen un contenido en sales elevado y filtraciones de agua, según reconoce la Xunta.
La ermita de A Nosa Señora da Lanzada es un templo de los siglos XII o XIII situado en la parroquia de Noalla. El lugar de emplazamiento de la ermita, anteriormente una isla y a día de hoy un istmo, está habitado desde tiempos remotos, siendo testimonio de eso los innumerables restos hallados en las cercanías de un antiguo castro del siglo VIII a.C.