La justicia hay que servirla fresca, es un producto perecedero y debe ser igual para todos. No es justo que un litigio dure más de 10 años, porque los muchos mayores se mueren antes de conocer la sentencia. Un poder tan fundamental, como es la justicia, para reparar abusos de otros poderes, sea el Ejecutivo, el Legislativo en defensa de los derechos de la ciudadanía, requiere, un poder judicial con más medios y una organización con profesionales competentes honestos, que cualquier de los otros dos poderes, si queremos seguir profundizando con eficacia en el espíritu de la Ley y la democracia del XXI. De lo contrario, estamos abocados a la destrucción de los principales valores humanos, convivencia, por la invasión sin control de las redes sociales en manos de mafias que controlan y manipulan la opinión pública sin que nos demos cuenta que van contra nuestros legítimos interese generales.
Por eso el aparato judicial es el único que tiene que defender el Estado de Derecho cuando alguien delinque, ya que no habrá otro sistema que repare el daño causado en la sociedad. Si la justicia no funciona, la bola de nieve de la corrupción aumentará. Los jueces están sometidos a presiones políticas, algunos ceden y otros no, aunque algunos quedó claro que funcionan por intereses ideológicos, o de prebendas, que en toda organización humana se da.
La justicia debe hacer cumplir a los partidos el art.6 de la Constitución, para que no se conviertan en violadores de la Constitución y la leyes. Algunos responsables de las instituciones dan mal ejemplo, y los sufridos ciudadanos que les dieron su confianza, dejarán de hacerlo. Y a ver qué pasa cuando haya más abstención que votantes, como ya está pasando en otros países llamados democráticos.
Hoy tal como está la organización judicial no puede hacer una buena labor para reparar el daño causado en tiempo y forma para creer en una democracia real y el Estado de un Derecho justo.
Vemos el embrollo actual que hace inútil la justicia. Los jueces no pueden dictar sentencias justas por los enredos que bien saben hacer los delincuentes de cuello blanco, asesorados de bufete de abogados especializados y sabedores de la debilidad de nuestro sistema judicial, que presume de ser garantista para justificar la tardanza en resolver las denuncias por falta de medios, y falta de control y gobernanza y, quizás por falta de disciplina cuando vimos como el gobierno de los jueces estuvo más de cinco años prorrogado dando mal ejemplo.
Además, la justicia no será igual para todos mientras todos no dispongamos de los recursos económicos para contratar un bufete de abogados. A mí un juzgado me puso la condición para tramitar un delito urbanístico de interés general 6.000 euros, y reclamé y quedó en 3.000 euros y luego no me dieron la razón a pesar del volumen de pruebas aportadas. Excusa, que había caducado el delito, sin llegar a los tres años, mientras otras denuncias por casos menores, rebuscaron hasta encontrar el castigo. De ahí viene lo que les dicen los abogados al cliente, depende del juez que nos toque. No se puede generalizar, pero tengo muchas pruebas de chapuzas judiciales vergonzantes.
La justicia por mucho que lo repitan los jerarcas no es igual para todos. Lo será igual para todos, cuando todos dispongamos de lo mismos ante los tribunales.