Cuántas veces lleva Ayuso acusando a la oposición de ir contra su familia por no devolver unos préstamos a la comunidad? Las declaraciones que hizo Miguel A. Rodríguez, su jefe de gabinete, en el Supremo y varios medios de comunicación defendiendo a su novio como ciudadano ejemplar a pesar de ser defraudador, utilizando medios y fondos públicos de la Comunidad de Madrid con correos falsos para proteger la presidenta y a su compañero sentimental, acusando al Gobierno de ir contra un ciudadano particular González Amador desmintiendo y atacando desde el atril oficial diciendo que su novio no debía nada a Hacienda, si no aún le deben a él 600.000 euros. Es lamentable que Ayuso lamine el liderazgo de los presidentes del PP. Esta derecha madrileña cuenta con un holding de asociaciones de la ultraderecha coincidentes con su ideología y medios de comunicación afines, que al unísono con Manos limpias, Hazte Oír y Abogados Cristianos denuncian y hay jueces que las tramitan con recortes de prensa que el Supremo sentó jurisprudencia de que no son válidos, pero el juez Peinado agarró la presa hasta desgastar a la familia Sánchez, su mujer Begoña Gómez y su hermano David Sánchez, ya que otra juez sigue adelante a pesar de que la UCO informa que era falso el patrimonio por lo que pusieron la querella sin pruebas. Y para completar el barullo también el novio de Ayuso denunció al Fiscal General del Estado. No es habitual que los jueces tramiten sin pruebas, lo que demuestra lo torticero que puede ser un juez para apoyar su opción política saliendo de los cauces que se entiende como separación de poderes. Hace falta más disciplina en la organización judicial.
El caso Amador González, novio de Ayuso, pretende ocultar sus vergüenzas, y de momento va ganando. Pero Ayuso arrastra mucho lastre. La presidenta adjudicó a su hermano el negocio de mascarillas cobrando 234.000 euros de comisiones y a un amigo del pueblo donde nació, adjudicó otro millón y medio, no fueron condenados. Casado, en su etapa de presidente del PP, hizo frente al pelotazo de Ayuso, pero la cuerda rompió por el lado que parecía más fuerte y Casado fue cesado en un santiamén. Ningún fiscal y juez imputó a pesar del trauma que causó en la derecha. El caso del novio de Ayuso es mucho más grave pero consiguieron desviar la atención sobre la familia Sánchez pasando inadvertido que Ayuso pudo haber usado al novio de testaferro adjudicando contratos millonarios para cobrar comisiones su novio.
Cuando un fiscal y juez quieran apretar las tuercas a alguien siempre encontrará algo. Pasa lo mismo que con el coche que aunque esté bien, si se lleva al taller, el mecánico encontrará algo. Lo mismo pasará con el médico, que aún estando bien, en la revisión encontrará algo.
Resulta sospechoso que algunos jueces, que tienen denuncias con pruebas en los cajones durante años, sean tan diligentes en los casos citados más arriba. Da la impresión de que no tienen ética profesional.
Las asociaciones de Manos Limpias, Abogados Cristianos y Hazte Oír quieren imponer su ideología a los demás amparados en la acción popular contra los adversarios.
En los cuarenta años de democracia nunca se vieron tantos despropósitos políticos judiciales. Sabido es que la oposición desde que Sánchez llegó a presidente le negaron hasta la legitimidad y llevan años diciendo que está acabado. Votan en contra de todo lo que el Gobierno trae al parlamento, en vez hacer mejores propuestas para resolver los problemas comunes de la gente. Tanto los gobiernos como la oposición son elegidos para defender los intereses generales. Tienen que hacer algún pacto entre el gobierno y la oposición para el bien común.