Crecen las autolesiones entre los más jóvenes: los pensamientos negativos les inundan

Crecen las autolesiones entre los más jóvenes: los pensamientos negativos les inundan
El 18% de los adolescentes en los países occidentales se inflige autolesiones en algún momento de su desarrollo, bien por trastornos psiquiátricos o por otros motivos.

Las enfermeras de salud mental alertan de un incremento de las conductas autolesivas en niños y adolescentes sin un trastorno psiquiátrico, según informa le Consejo General de Enfermería, que atribuye esta conducta a "problemas para gestionar las emociones".


Dentro de las autolesiones se encuentran los cortes, las quemaduras, el rascado compulsivo y la sobreingesta de medicamentos, pero también atracones y restricciones alimentarias, compras compulsivas o conductas sexuales de riesgo, explica la enfermera de salud mental del hospital Gregorio Marañón Nieves Monleón. Esta experta advierte de que se trata de "estrategias disfuncionales para afrontar emociones intensas que producen alivio inmediato, pero acaban provocando sufrimiento".


El Consejo General de Enfermería reconoce que no hay datos cuantificados de este incremento que sí se ha observado en consulta, y recuerda que el 18% de los adolescentes en los países occidentales se inflige autolesiones en algún momento de su desarrollo, bien por trastornos psiquiátricos o por otros motivos.


Aunque las conductas autolesivas afectan especialmente a personas vulnerables que a menudo proceden de familias desestructuradas o con problemas, "cada vez hay más casos de niños y adolescentes que se autolesionan sin proceder de esos entornos ni tener patología psiquiátrica de base", señala Monleón.


Las enfermeras son esenciales en la detección de posibles casos de autolesiones y entre los signos de alerta destacan la pérdida brusca de peso, vestir prendas de manga larga en verano o estados frecuentes de tristeza o ansiedad.


Para afrontar estas conductas, el Consejo General de Enfermería acaba de publicar, dentro del programa "Cuídate con tu enfermera", varios vídeos dirigidos a profesionales, padres y menores en los que da pautas para controlar la situación mediante planes de distracción personal.


Para romper este bucle de pensamientos negativos y recuperar el control, las enfermeras proponen tomar conciencia del malestar, describiéndolo en voz alta. También sugieren trasladar el foco de atención "y estimular el sistema nervioso con el frío (bien un cubito de hielo o una ducha fría), que cambian la química corporal".


Además las enfermeras enseñan a practicar la respiración con inspiraciones cortas y espiraciones alargadas a la vez que se cuenta de mil en mil.


A estas prácticas de "supervivencia", las enfermeras añaden ejercicios mentales durante 20 minutos para relajar los cinco sentidos y poner la atención en el cuerpo a fin de "reducir los pensamientos negativos y mejorar el estado de ánimo".


También consideran que elegir distracciones como la música, las manualidades, la lectura o los paseos en bicicleta ayudan para evadirse en los momentos de malestar. Todo ello, dicen las enfermeras, se tiene que poner en marcha cuando llega la "tormenta emocional" para aprender a "surfear las olas", y siempre desde la coordinación y ayuda de los sanitarios.

Crecen las autolesiones entre los más jóvenes: los pensamientos negativos les inundan

Te puede interesar