Los niños españoles consumen al día 55,7 gramos de azúcares añadidos, más del doble de los 25 gramos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según revela un estudio que ha sido presentado este jueves en la Universidad de Granada.
Este trabajo concluye que es necesario revisar la dieta del menor para privilegiar la presencia de alimentos con mayor densidad nutricional y menor aporte de azúcares añadidos, así como perseverar en la estrategia de reformulación de productos por parte de la industria alimentaria.
La investigación "Consumo de azúcar añadido en niños españoles (7-12 años) y densidad de nutrientes de los alimentos que contribuyen a dicho consumo: un estudio observacional" ha sido llevada a cabo por el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos José Mataix Verdú, de la Universidad de Granada, y ha contado con la participación de 1.775 padres con hijos entre 7 y 12 años a través de una encuesta distribuida de forma virtual.
Los promotores de este estudio, que ha sido presentado en rueda de prensa, han recordado que las cifras de obesidad infantil siguen aumentando año tras año a nivel mundial, con una prevalencia de sobrepeso y obesidad en población infantil del 23,3 y el 17 % respectivamente, y que una alimentación rica en azúcares libres está asociada con un mayor riesgo de obesidad, síndrome metabólico y enfermedades cardiovasculares.
Los autores han construido un índice para evaluar el valor nutricional de los alimentos objeto del estudio, reflejar la densidad de nutrientes presente en cada porción de cada alimento (NDIS), y un índice de ingesta diaria de nutrientes (DNII), calculado en función de la cantidad diaria consumida de cada alimento.
De acuerdo con los resultados, el 65 % de los azúcares añadidos consumidos diariamente por los niños españoles procede de alimentos o productos con baja densidad nutricional, caso del azúcar blanco, mermeladas, salsas, golosinas, cacao en polvo, refrescos, helados, galletas, néctares de fruta, pastelería y bollería industrial, barras de chocolate, bizcochos y repostería casera, bebidas energéticas o para deportistas.
El otro 35 % de los azúcares añadidos consumidos diariamente por los niños españoles procede, por el contrario, de alimentos o productos con mayor densidad nutricional; de densidad media, postres lácteos, bebidas vegetales y yogures azucarados o saborizados, y de densidad alta, batidos envasados con al menos un 90 % de leche, cereales de desayuno y leches infantiles enriquecidas.
El estudio revela que no todos los padres tienen una visión clara sobre el perfil nutricional de los alimentos que consumen sus hijos y es significativo que productos que aportan alta cantidad de azúcares añadidos por ración (bebidas energéticas, barras de chocolate, néctares de fruta, el cacao en polvo o helados) sean percibidos por los padres como de calidad nutricional normal.
Para los investigadores es "particularmente llamativo" el caso de los bizcochos y de la repostería casera, que los padres valoran con un perfil nutricional bueno, equivalente al de las leches enriquecidas infantiles o las bebidas vegetales, cuando aportan 17 gramos de azúcar añadido por ración y tienen un bajo índice de densidad nutricional.
También en el caso de las galletas, consumidas ampliamente por la mayoría de niños y que son percibidas positivamente, a pesar de aportar más de 10 gramos de azúcar añadido por ración.
Una de las principales conclusiones del trabajo es que el valor nutricional de un alimento no debe evaluarse solo en función del azúcar que contiene, sino que deben considerarse el resto de nutrientes que puede aportar a la dieta, su densidad nutricional.