El BNG incluirá en las enmiendas nacionalistas a los presupuestos de la Xunta una inversión superior tres millones de euros para Caldas. Unas demandas consideradas “imprescindibles” para el portavoz local y teniente de alcalde, Manuel Fariña, que engloba en tres ejes fundamentales: sanidad, saneamiento del río Umia y educación.
En cuanto al Umia, la formación solicita un millón de euros para desarrollar un Plan Integral para la mejora ambiental y de calidad de las aguas del río, con una evaluación de los costes y beneficios de la demolición del embalse que, según Fariña, causa problemas por la “contaminación pola cianobacteria que obriga a asumir un alto custe para a potabilización da auga que se subministra ás vivendas”. Asimismo, incluye otros 500.000 euros para la recuperación integral del río —con lo que se pretende recuperar las playas fluviales, el dique, el entorno de la fábrica de la luz y una limpieza de la ribera fluvial— y otros 200.000 euros para la eliminación de la planta invasora “Egeria Densa”, que ofrece un aspecto “terrible” en el caudal, según indica el nacionalista.
De igual modo, el Bloque solicita otro millón para incluir una partida específica en el documento para la construcción del nuevo centro de salud de Caldas. Fariña destaca que la puesta a disposición de los terrenos es “inminente”, por lo que “debería haber partida suficiente para executar a obra, algo que non acontece”.
En lo relativo al eje de educación, el BNG incluye un punto específico para la reforma integral del CEIP San Clemente, con una inversión de 200.000 euros. Los nacionalistas explican que el centro educativo necesita la renovación de las ventanas y otras instalaciones de la planta superior. Además, piden otros 100.000 euros para la mejora del comedor del CPI Alfonso VII. Fariña recuerda que el jefe territorial de Educación se comprometiera con los padres y madres de los alumnos a acometer este servicio para este curso.
Por último, las enmiendas nacionalistas solicitan también la construcción de un tanque de tormentas en la Praza do Camiño para solucionar las deficiencias del bombeo construido por la Xunta, con el objetivo de solventar los problemas de inundaciones en las zonas bajas de la villa termal.