El alcalde de Catoira, Xoán Castaño, sacó pecho por la gestión económica del Concello y defendió que las cuentas municipales “van empezando a encaixar”. Así, según los datos del informe que se remitirá al Ministerio de Hacienda para controlar las cuentas municipales, la deuda viva del Concello se ha reducido en más de un 25% durante el mandato del actual ejecutivo: de los más de 4,6 millones de euros que se debían a 31 de diciembre de 2022, se pasó a los 3,4 millones de euros a finales de 2024. La situación, según explicó Castaño, es “moderadamente optimista” porque “o camiño para a remontada económica está marcado”.
Así, el gobierno municipal ve señales positivas hacia la estabilidad presupuestaria del Concello. Castaño recalcó que desde las elecciones de 2023, el déficit municipal se fue reduciendo “grazas ás medidas adoptadas” por el gobierno local.
Entre mayo y diciembre de 2023 se consiguieron reducir 435.000 euros y, en 2024, el primero ejercicio completo de gestión nacionalista, la deuda bajó otros 740.000 euros. Según Castaño, fue posible gracias a la buena gestión eliminando gastos innecesarios, al ahorro en algunas partidas, al ingreso de subvenciones y patrocinios para afrontar inversiones e iniciativas que normalmente se afrontaban con fondos propios, así como a la “necesaria subida de impostos”: “Todo conseguiu minorar o endebedamento das arcas locais”.
De este modo, en el actual ejercicio las expectativas son de mejora considerable. De hecho, el alcalde subrayó que con se van a poder cancelar tres créditos con entidades bancarias y con la Diputación, y se abonarán otros 375.000 euros al Instituto Oficial de Crédito (ICO), entidad dependiente del Ministerio de Hacienda que está gestionando de la deuda municipal contraída hasta 2022 en los anteriores mandatos.
Castaño recordó que la obligación con el Estado finalizará a mediados de 2026, por lo que se podría cancelar el Plan de Ajuste instaurado por el Gobierno central, para “dar aire” a las arcas municipales, hacer más inversiones y dar más servicios al vecindario. La intención de este nuevo ejercicio presupuestario es nuevamente cumplir la estabilidad y la regla de gasto con entradas económicas que permitan avanzar en el saneamiento económico.
“O funcionamento obxectivo da nosa xestión económica amosa que imos ben encamiñados. Atopámonos con problemas que aínda agora arrastramos dos gobernos anteriores e ímolos afrontando con bastante éxito. Agardemos que non veña ningún revés serio e poderemos ver a luz ao final do túnel. En catro ou cinco anos estariamos limpos”, sentenció el alcalde vikingo.