Una edición más, la Festa do Porquiño á Brasa de Amil fue un verdadero éxito de público. Con todos los lotes vendidos - 55 en total - este año se sentaron a la mesa de la Carballeira dos Milagres alrededor de mil personas, ya que cada uno de ellos están diseñados para dar de comer a una veintena de comensales.
El fuego para preparar esta exquisita carne comenzó pronto, todavía no eran las cuatro de la mañana cuando voluntarios de la Asociación Gastronómica Cultural de Amil se dieron cita para organizarlo todo.
A medida que iba avanzando el día, vecinos y visitantes se iban animando con la música de diferentes pasacalles y la alborada. Más tarde tuvo lugar la apertura de la feria ArtensaníAmil que se ubicó en la misma carballeira y que, por lo tanto, sirvió como un reclamo más para los asistentes a esta fiesta.
Pronto llegaron las dos de la tarde, momento en el que se procedió al sorteo de los porquiños entre los asistentes, antesala de la gran comida popular organizada bajo la carpa. Uno a uno, se fueron repartiendo los lotes en los que, además de la carne - entre catorce y dieciséis kilos -, también se incluían dos empanadas, dos bollas de pan, dos bicas, doce botellas de vino, seis de agua, café y aguardiente.
Como en ediciones anteriores, el sabor del porquiño á brasa de Amil volvió a conquistar los paladares de comensales de todas las edades que se dieron cita en esta carballeira para disfrutar de un día de fiesta con familiares y amigos.
Además de deleitarse con una buena comida, los asistentes a la Festa do Porquiño á Brasa de Amil, también se divirtieron participando en diferentes juegos tradicionales.