Restos de madera de un viejo ataúd y huesos pertenecientes a un solo individuo. Esto es lo que la catedrática de Antropología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada, Inmaculada Alemán, ha retirado del interior del sepulcro de Xohán Mariño de Soutomaior, ubicado en uno de los laterales de la iglesia de San Martín de Sobrán, en Vilaxoán. Tras varios días de intenso y minucioso trabajo del restaurador José Aguiño ayer el mecanismo por fin se activó para levantar los 1.800 kilos de peso de la tapa del sarcófago. Lo que iban a encontrarse dentro era todo una incógnita hasta el filo de las once de la mañana. Fue en ese momento cuando Inmaculada Alemán –ayudada con un potente foco y portando una cámara de foto–se adentró a través del resquicio para comprobar qué quedaba de Xohán Mariño de Soutomaior, en esa sepultura desde el año 1496. “Hay restos de tablas del ataúd y también veo huesos pertenecientes a un individuo”. Fueron las primeras palabras de Alemán desde dentro del sarcófago. Tras la primera valoración visual empezó el procedimiento para retirar los restos, de una forma muy cuidada para que puedan ser documentados para su posterior análisis.
Inmaculada Alemán confirmó en una pausa de los trabajos que los huesos y los restos de madera estaban todos amontonados en la parte de la cabecera. “Hay que sacarlos, documentar todo el material que hay. La apariencia inicial era que estaba vacío, dado que todos los restos estaban en la cabecera. Se puede distinguir una tibia y un radio. Lo único que vemos es madera y hueso. También hay un fragmento de cráneo, pero está un poco deteriorado”, expuso Alemán. En todo caso –y dado tanta la antigüedad de los restos como la humedad que tenía el propio sarcófago– la propia catedrática reconocía que lo encontrado era “mejor de lo que esperábamos, porque en Galicia con la humedad normalmente el material se encuentra muy deteriorado”.
Estos datos serán sometidos ahora a un estudio antropológico y después genético. La idea inicial es poder hacer el primero en Pontevedra o –de no poder ser– trasladar los restos y hacerlo en Granada con su posterior devolución cuando esté terminado. Sobre el tiempo que esto lleva, es difícil determinar plazos. Eso sí, la exhumación de Xohán Mariño es un paso más y también un acontecimiento en Vilaxoán en donde la expectación era máxima. Decenas de medios de comunicación y también vecinos de Vilaxoán –con el párroco entre ellos– que no quisieron perderse una intervención que coloca a la localidad en el mapa histórico. Y es que la iglesia de San Martín de Sobrán es una joya románica de la que los profanos en la historia y el arte poco conocen, dado que prácticamente nada se divulga. Ahora es uno de los puntos clave para seguir los rastros de Colón y saber si era o no gallego.