El apuñalamiento mortal que acabó con la vida del isleño Luis Mariano Cañón ha derivado en más aristas de las que se pensaba en un principio. Las investigaciones realizadas en el lugar del suceso –un piso ubicado en la Rúa Saralegui de Vilaxoán, muy próxima a la Praza Rafael Pazos– destaparon una plantación de marihuana en el interior de la vivienda que, al parecer, era un punto habitual de venta de droga a pequeña y mediana escala.
Agentes de la Policía Nacional de la Comisaría de Vilagarcía custodiaron la entrada del inmueble desde el momento del apuñalamiento hasta este sábado, cuando al filo de las cuatro de la tarde acudieron con dos personas al registro de la propiedad. Ambas vinculadas no con la muerte violenta de Luis Mariano Cañón, sino con la plantación ilegal y con la presunta comercialización de esta sustancia estupefaciente. Se trata de un hombre y de una mujer –también naturales de A Illa–. Uno fue detenido durante la jornada del viernes y otro en la del sábado. Llegaron al piso de Saralegui esposados y escoltados por los agentes de la Nacional. Según fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia estos dos detenidos están siendo investigados por una causa distinta a la del apuñalamiento.
De lo que no parece haber ya dudas es de que el inicio de la trifulca que derivó en el apuñalamiento de Luis Mariano Cañón se dio en el interior del citado piso. Según ha trascendido Cañón se encontró allí con su cuñado, José Fernández Otero “Monaco”. La pelea o discusión se originó dentro y probablemente –según ha podido saberse– también los primeros contactos físicos. Eso sí, Luis Mariano Cañón perdió la vida en la calle, justo enfrente de la puerta de la vivienda. A continuación José Fernández se dio a la fuga en un vehículo y fue detenido horas después en A Illa y trasladado por agentes de la Policía Nacional a la Comisaría, en donde permaneció custodiado durante toda la jornada del sábado. Según fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia está previsto que pase a disposición judicial ante la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Vilagarcía entre el domingo y el lunes.
Tanto Luis Mariano Cañón como José Fernández Otero –también de A Illa– son unos viejos conocidos de las fuerzas de seguridad. Ambos cuentan tanto con antecedentes policiales como penales. Eso sí, al menos de momento no se sabe con claridad si el móvil del crimen tiene que ver con un asunto de drogas o de índole más personal.
Lo cierto es que tanto el apuñalamiento mortal como la detención de dos personas como presuntos responsables de un piso en el que se encontró marihuana han provocado un rechazo rotundo entre los vecinos de Vilaxoán. De ahí que a las ocho de la tarde se concentraran en la Rúa Saralegui para condenar de forma unánime el trágico crimen y denunciar el “menudeo” y “trapicheo” que están detectando en la zona. Los vecinos –convocados por la Asociación que preside Cándido Meixide– pidieron una mayor implicación de las autoridades policiales y políticas para garantizar “a seguridade cidadán” y “erradicar este problema”. Y es que el suceso tuvo lugar en una de las calles más céntricas de la localidad y que es zona de paso para los vecinos.