El juez de refuerzo del Juzgado número 6 de la Audiencia Nacional, Joaquín Garea, envió a prisión incondicional, comunicada y sin fianza a Pablo Quiroga, Bernabé González y Víctor Dopico, por tráfico de drogas y organización criminal.

Otros tres de los diez detenidos que pasaron a disposición judicial corrieron la misma suerte, mientras que cuatro fueron puestos en libertad con medida cautelares, como la retirada del pasaporte, la obligación de no abandonar el país y las comparecencias semanales.

Todos están investigados por delito contra la salud pública en el marco de una organización criminal. En la operación "Halia", que llevó a cabo el ECO de la Guardia Civil en colaboración con la DEA y la Europol, se practicaron más de una veintena de registros en los que se incautaron de 1.800 kilos de hachís, 14 de cocaína, 9 de marihuana, 850 gramos de heroína así cmo 1,5 kilos de drogas sintéticas y dosis de LSD.

Los agentes también intervinieron más de tres millones de euros en efectivo, la mayor parte en las propiedades de Dopico, ferrolano afincado en Corón. De hecho, para acordar la prisión de los detenidos el juez tuvo en cuenta la gravedad del delito investigado y la posibilidad de fuga de los detenidos, que cuentan con capacidad económica y algunos tienen intereses económicos en el extranjero.

En una de las fincas investigadas, los agentes también encontraron un laboratorio de elaboración y/o adulteración de droga. La operación "Halia" conllevó la detención de una veintena de personas, de las cuales diez quedaron en libertad tras declarar en sede policial. El epicentro del operativo se llevó a cabo en la comarca de O Salnés, aunque también en Madrid, Ferrol y Arcade.

Víctor Dopico es el único de los tres encarcelados en Arousa que cuenta con antecedentes por tráfico de drogas. Al cambadés Pablo Quiroga, que durante años regentó el pub Neptuno en el barrio de O Castro, de Vilagarcía, las fuerzas de seguridad llevaban tiempo siguiéndole la pista, pero nunca hasta ahora había caído. En cuanto a Bernabé González, también cambadés, que se considera que tiene un papel importante en la organización, también es la primera vez que su nombre sale vinculado a una red de narcotráfico a gran escala.