La falta de vivienda en Vilagarcía es una evidencia desde hace años, pero cada vez preocupa más en el sector inmobiliario. Avelino Barreiro da buena cuenta de ello. “Ya perdí la cuenta de los demandantes de alquiler que tenemos. Ahora mismo tengo setenta correos sin mirar en la bandeja de entrada”.
Los edificios que se han construido en los últimos meses, como los nuevos en Villa-Güimil o el situado frente al parque de A Coca, mejoran la situación, pero ni mucho menos la solucionan. “Hacen falta mil viviendas más”, sentencia Barreiro.
En los últimos cinco años el problema se ha ido incrementando y cada vez es más difícil acceder a una vivienda en Vilagarcía. “Pasa en todas las ciudades”, apunta Barreiro, que se puso manos a la obra para dar pasos que contribuyan a poner su grano de arena para que el mercado sea algo más accesible.
En este sentido, se encuentra dispuesto a impulsar la construcción de viviendas de protección oficial en un solar de As Pistas, cerca del Manuel Jiménez. Una zona que conoce perfectamente, ya que en las inmediaciones realizó otros trabajos que ya dieron sus frutos.
“Podrían hacerse sobre 130 viviendas”, explica. El agente inmobiliario incide en que hace muchos años que no se construyen viviendas de protección oficial en Vilagarcía. De hecho, las últimas fueron en 2010 las de Desamparados, que en cualquier caso supusieron 31 nuevos pisos.
Lo que quiere promover Barreiro en As Pistas supera con mucho esta cifra, pero no, ni mucho menos, un cometido fácil. En primer lugar por las dificultades que establece la propia administración, debido a los precios de la venta en un momento en el que los costes de construcción se han disparado de forma brutal.
El vilagarciano ya mantuvo reuniones con promotores y gestores, “intentando generar sinergias”, aunque cree que sería importante la implicación de la administración, para que este tipo de proyectos puedan salir adelante. El real decreto por el que se establecen los precios máximos de vivienda de protección autonómica, que fue publicado, por acuerdo del Consello da Xunta, en julio de 2023, sitúa los máximos en 1.916 euros por metro cuadrado y los mínimos en 703. Son diversas las variables a tener en cuenta, como la zona, el tipo de régimen (especial o concertado) o cuando la promoción incluye garajes o trasteros. Para Barreiro, con estos precios es difícil animar a los inversores, por lo que ve necesario que se implique la administración.
Pero no es el único paso que el agente inmobiliario está dando para dinamizar un mercado que no da más de sí en Vilagarcía. “Vivienda que sale a la venta, vivienda que vuela”, explica Barreiro.
Otras actuaciones que puso en marcha están muy cerca del solar donde quiere promover vivienda de protección oficial. Se trata del desarrollo del suelo de una serie de parcelas en Fontecarmoa para la construcción de viviendas unifamiliares. Son ya varios años los que lleva con este proyecto, en el que Barreiro ejecutó el desarrollo urbanístico de los solares, aunque no siempre se ocupó de su venta. A día de hoy, ya no queda ninguna libre y en varias están ya las grúas.
En otras aún no llegó ese momento, ya que la administración no es precisamente ágil en estos asuntos. A Barreiro se le ocurrió la idea de poner a las parcelas nombres de ciudades europeas. “Londres es la que está más en marcha”, señala. Se trata de terrenos que van desde los 2.200 metros cuadrados hasta los 545 de Estocolmo. En algunos hubo que hacer cesiones para viales o en otros cambios por Patrimonio. La crisis de los precios también afectó a la construcción de estas viviendas, en las que se nota un cambio que llegó con la pandemia. “Ahora la gente se pregunta más dónde y cómo quieren vivir. Por eso se valoran más las casas con algo de terreno”, explica Avelino Barreiro.