Casi dos semanas le lleva a Lourdes Torrado montar el Belén que –durante décadas– adornaba el escaparate de Galerías Eduardo y que ahora puede verse en las oficinas de Corredores del Noroeste. La suya es una tradición heredada, dado que fue su suegro “cuando tenía el negocio de textil el que empezó a hacerlo hace más de 50 años”. Lourdes cogió el testigo hace más de 30 y se nota –por sus palabras– que montar todo el Belén y ver disfrutar a los que van a verlo es uno de sus momentos favoritos de la Navidad.
Dos años antes de la pandemia y por un problema de salud de la empleada, Lucinda Batista, que siempre le ayudaba dejó de hacerlo y no fue hasta este 2024 – “y porque me lo pidió mi hijo Pablo”– que decidió volver a abrir las cajas para darle vida a tantas figuras que no sabe ni cuántas son. “Ni idea”, reconoce. Eso sí, todas ellas las ha ido coleccionando con mimo. “Íbamos a Valencia a una feria de muebles y allí iba una firma de decoración de Murcia que tenía figuras muy buenas. Eran caras, pero yo cada año cogía una o dos”, apunta Lourdes. Las nuevas incorporaciones se fueron sumando a otras figuras que tienen más de medio siglo. “Los Reyes Magos, por ejemplo, tienen más de 50 años porque ya eran de mi suegro”, apunta.
Le ayuda la empleada de siempre, Lucy, que ha vuelto al ruedo como ella. “Primero montamos la gran estrutura con un tablón, bloques y ladrillos para ir creando las diferentes alturas y toda la iluminación la pone ella. Lleva su tiempo porque tenemos que colocar el musgo y todas las figuras”, declara Lourdes.
El Belén de Galerías Eduardo –porque es así como lo conocerá siempre todo el mundo– tiene también figuras articuladas y con movimiento. “Este año algunas no funcionan, pero espero poder arreglarlas”. Eso sí, la tejedora sigue tejiendo y el torno del alfarero también podrá disfrutarse en movimiento. Además “hemos puesto un río nuevo”. Lourdes incide en que “para mí la Navidad es mucho más que miles de luces e iluminación y me daba pena que se dejase de hacer este Belén”. Como no podía ser de otra forma la oficina abre las puertas a todo aquel que quiera ir a verlo, tanto los niños que lo conocen como los adultos que crecieron viendo el Nacimiento en el gran escaparate de Galerías Eduardo y que hacía realidad la magia de estas fechas navideñas.
Puede verse en el local de Corredores del Noroeste, en Doutor Tourón.