La falta de "feeling", según Rosa Abuín, o de "confianza", en palabras de Xabier Rodríguez, fue el motivo que llevó al Bloque Nacionalista Galego de Vilagarcía a decidir no entrar en un gobierno de coalición con el Partido Socialista. Quieren ver, primero, si como dijo el alcalde en su investidura, los de Alberto Varela "entenderon" el mensaje de las urnas. Pero también, reconoció Rosa Abuín, durante el tiempo que llevan en marcha las negociaciones no vieron en el PSOE "interese" por un acuerdo de gobierno. "Parece que se ven máis cómodos en minoría", señaló el portavoz nacionalista. "Non lle dan moita importancia a que non esteamos no goberno", apuntó su compañera.
En base a todas estas cuestiones, el BNG, consciente de los tiempos, ya dio la respuesta a los socialistas, que ahora tendrán que elaborar su propuesta de ejecutivo. Se abre ahora una nueva fase de la negociación, las liberaciones, "tema polémico, que suscita interese", reconoce Rodríguez. Por el momento, aseguran los nacionalistas, no se abordó la cuestión "numérica", pero el PSOE ya planteó la necesidad de conocer, de forma rápida, el futuro de los concejales. También los nacionalistas creen que los plazos apremian, ya que la fecha límite para el Pleno organizativo es el 17 de julio.
"Hai que empezar luns ou martes", señalan. La propuesta que trasladen los socialistas se debatirá con los militantes. "Somos un partido asambleario", destaca Abuín. Será el principio de lo que el BNG defiende que tendrá que ser la tónica de los próximos cuatro años. "Terán que consensuar con nós as grandes liñas programáticas, o que inclúe o Pleno organizativo", inciden los ediles del BNG.
Y es que el escenario que ahora se abre no es el mismo que el del primer gobierno de Alberto Varela. Gobernará en minoría, sí, pero sin el aval de ser la lista más votada. Los nacionalistas son conscientes de esta cuestión, también inciden en que el 60 por ciento de los votantes escogieron opciones de izquierdas y que nunca facilitarían un ejecutivo del PP, pero no por ello dejan de reconocer que hay muchos asuntos de la política municipal que se escapan del control del Pleno. Entre ellos, los proyectos urbanísticos.
Por ello, el BNG que asegura que en principio no tiene demasiado ambición en puestos en la Mancomunidad o en el Puerto, sí advierte de que fiscalizará la acción municipal desde todos los organismos que sea posible, como la Xerencia de Urbanismo. "Denunciaremos todo o que consideremos que non vai na liña do BNG, pero é certo que moito proxecto non pasa polo Pleno", dice Abuín.
Su compañero, Xabier Rodríguez, apunta también a otras herramientas de presión. "Os orzamentos son outra área onde pode truncarse ese apoio", señala el portavoz nacionalista. En cualquier caso, los nacionalistas confían en que las palabras de la investidura se cumplan y que el diálogo y el acuerdo dominen en los próximos cuatro años. De hecho, no descartan en un futuro que el escenario "cambie", en referencia a entrar en el gobierno.
Mientras tanto, están decididos a defender las líneas políticas con las que se comprometieron en campaña y que les trasladaron a vecinos y colectivos. Al mismo tiempo, quieren que los miembros más jóvenes de la candidatura "rueden" en organismos relacionados con el deporte o la igualdad y pedirán más representación de colectivos feministas en el Consello Local da Muller.
A partir del lunes, empieza una nueva partida.