La directiva de Cáritas Interparroquial de Arousa presentó ayer ante sus socios un informe sobre la situación actual de la entidad que, con respecto al año pasado, percibió un notable incremento de las ayudas que presta. No es el único dato preocupante que la directora, Mar Viqueira, pone sobre la mesa. 
 

Y es que la entidad alerta de que está detectando un incremento de peticiones de ayuda de personas procedentes de países latinoamericanos, especialmente de Colombia, Perú y Venezuela. Y que se alojan en pisos pequeños, compartidos por numerosas personas. “Es un problema que se da en toda Galicia”, explica Viqueira. De hecho, en Santiago ya se han detectado casos de “camas calientes”, es decir, que se turnan para dormir. Aunque este tipo de situaciones no se dieron en la comarca de O Salnés, sí perciben que hay pisos “donde se meten un montón de personas”, en palabras de Viqueira.
 

Por otra parte, la nueva sede de la entidad se encuentra ya casi lista. Las instalaciones, situadas en un bajo frente a la playa de A Concha, fueron reformadas tras la donación realizada por un particular. Las obras ya finalizaron, explicó la directora de Cáritas, y ahora está pendiente la apertura de la licencia. Para ello, es necesario que el departamento de Benestar Social de la Xunta y el de Urbanismo del Concello den el visto bueno, para lo cual también hay que acabar de amueblar el local, cuestión que desde Cáritas esperan que esté solventada en unas semanas. A partir de ahí, todo dependerá de la burocracia, teniendo en cuenta los inconvenientes a mayores que suponen las vacaciones de verano o incluso las elecciones, en cuanto a parón administrativo. Además, la intención es hacer el traslado del comedor sin afectar al servicio, por lo que se hará al menos en dos tandas. Así las cosas, la apertura  podría demorarse hasta después del verano.

Piden voluntarios

Por otra parte, la entidad reclama más voluntarios para poder atender el incremento de la demanda que se produjo este año y los nuevos servicios de los que disponen. Uno de ellos es el de apoyo psicológico, que no tiene ni un año y cuenta ya con una veintena de personas. “Precisamos, sobre todo, gente joven”, explica Viqueira.
 

La entidad anuncia que, en breve, pondrá en marcha una campaña de recogida de no perecederos, como leche, aceite o conservas, ante el incremento de la demanda de ayuda que está percibiendo, con la subida de precios entre uno de los principales factores a tener en cuenta. “Repartimos por 27 parroquias”, recuerda la directora.
 

Cáritas cuenta también con un servicio de orientación e inserción laboral y Viqueira advierte de que se percibe un incremento de las ofertas precarias, especialmente a los colectivos vulnerables. “Les ofrecen cualquier cosa porque necesitan un trabajo”, señala la responsable de la ONG. También percibieron durante, este año, un incremento de los servicios que se prestan en el comedor social.