Las incógnitas se despejan poco a poco y el presidente provincial del PP, Luis López, tiene vía libre para convertirse en presidente de la Diputación de Pontevedra. Para ser diputado –y luego ser elegido como presidente– es necesario tomar antes posesión como concejal. El PP no contemplaba –al menos por los movimientos que está realizando ahora– recuperar la Diputación o, al menos, que fuese Luis López quien la liderase. De ahí que en la confección de las listas para las municipales lo colocase como último suplente con nulas posibilidades de salir electo. Ahora –cuando su nombre suena muy fuerte para presidir el ente provincial– los conservadores han tenido que provocar una auténtica cascada de dimisiones para colocar a “Lugués” donde quieren. De hecho en Rodeiro renunciaron a su acta ante la Junta Electoral nada más y nada menos que 15 personas. Así pues –y con esto en orden– Luis López tomará posesión de su acta de concejal este mismo sábado, con el resto de sus compañeros.
En todo caso no es el único paso que debe dar el PP para despejarle de todo el camino al que fue en su día alcalde de Rodeiro. Para ponerse al frente de la Diputación a partir del próximo mes de julio también debe renunciar como delegado territorial de la Xunta en Pontevedra. Un puesto que –no se sabe– si podría volver a ocupar la morañesa Luisa Piñeiro.
Tras los comicios del mes de mayo el Partido Popular obtenía unos resultados que permiten desalojar a PSOE y BNG del gobierno de la Diputación después de ocho años.