Los claretianos, dispuestos a negociar un uso social para la residencia de Vilagarcía

Los claretianos, dispuestos a negociar un uso social para la residencia de Vilagarcía
Fachada de la antigua iglesia de los Padres I GONZALO SALGADO

Los Misioneros Claretianos están dispuestos a negociar con el Concello de Vilagarcía, tras el proceso electoral y una vez que se constituya la nueva Corporación, el uso de la residencia situada en la Avenida Rosalía de Castro.
 

La antigua iglesia de los Padres lleva desde septiembre de 2017 cerrada. La  elevada edad de los párrocos llevó a los Claretianos a cerrar una etapa de muchas décadas en Vilagarcía. Desde entonces, el inmueble, que ofrece una amplia variedad de posibilidades y se encuentra en una céntrica ubicación, está sin uso.
 

Desde los Misiones Claretianos señalan que “no ha cambiado la situación desde que, por desgracia, tuvimos que abandonar Vilagarcía de Arousa. La propiedad está en el mercado, en régimen de alquiler o venta”.
El posible uso social de esta inmueble ya salió a la luz durante la campaña electoral. La entidad señala a este respecto que ningún partido se puso en contacto con ellos para abordar esta cuestión, “pero estamos abiertos a escuchar cuantas propuestas pudieran venir”.
 

Los Claretianos se muestran así dispuestos a negociar un uso público para un edificio que, ya en ocasiones anteriores, pusieron a disposición de la administración para situaciones de emergencia.
 

En este sentido, recuerdan desde la entidad, cabe recordar que durante la pandemia covid el inmueble situado en Rosalía de Castro se ofreció para resguardar a familias en riesgo.
 

El edificio no tuvo que ser utilizado en dicha ocasión. Tampoco año y medio más tarde, con la invasión rusa a Ucrania, cuando los Claterianos ofrecieron estas instalaciones para los refugiados.

 

Y es que el edificio, además de albergar la antigua iglesia de los Padres cuenta con unas amplias instalaciones. En su interior, se pueden encontrar  catorce habitaciones que, además de dormitorios, se distribuyen en comedor, biblioteca y cocina.
 

Además, las instalaciones poseen también una huerta de importantes dimensiones. De hecho, los Misioneros estuvieron en negociaciones con una fundación ambiental para un alquiler que, finalmente, no fructificó.
 

Huerta y garaje

Ahora el inmueble vuelve a estar en el mercado y, su compra por parte de un particular, choca precisamente con sus grandes dimensiones, ya que complican el mantenimiento de un edificio que fue construido a principios del siglo pasado.
 

Aún así, su estado de conservación no es malo, teniendo en cuenta que hasta hace seis años todavía estuvo habitado y que, incluso, se realizó alguna reforma reciente, mientras los padres todavía vivían en el inmueble.
 

Otro de los atractivos que ofrece este inmueble es su gran garaje, por ello entre los usos que se barajó en su día se incluía el hotelero. Lo que no ha trascendido es el precio por el que salen a la venta o alquiler estas instalaciones, para las que también se sugirió un uso social como residencia. Los Misioneros Claretianos están dispuestos a escuchar.
 

Los claretianos, dispuestos a negociar un uso social para la residencia de Vilagarcía

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