La intrahistoria de amor que cada lector tiene en su corazón es el hilo conductor del nuevo trabajo de la editorial Tazalunar, de Marthazul y Augusto Metzli, que se encuentra en plena campaña de promoción entre los pequeños mecenas para poder sacarlo al mercado.
Todo aquel que se embarque en este proyecto, podrá estar seguro que se tratará de una aventura en la que encontrará una historia que le resulte familiar. Se trata de una antología de autores y sobre todo autoras, en esta ocasión vivas (en otras veces tiraron ya de escritores fallecidos), entre los que hay profesionales del arte de escribir y apasionados aficionados. “Hay una artesana, una agricultora delmercado, un comercial farmacéutico, una arquitecta... gente de diversos oficios”, explica Metzli, que también relata su propia experiencia.
De ella nació, de hecho, la idea del libro. “Cuando era muy jovencito me mudé y guardé mis libros en cajas. No tenía la certeza de en qué lugar iba a vivir y acabé meses después a mucha distancia. Cuando saqué mis libros y los puse en el que sería mi dormitorio, pensé que ya era mi hogar”, explica Metzli. La reflexión sobre este tipo de sensaciones fue lo que le llevó a unirlas, junto a Marthazul, en un libro.
Un libro que se puede adquirir y patrocinar en la web, a su vez, sirve de nexo atlántico entre historias de Venezuela, México, algunas partes de España y, por supuesto, Arousa. De Vilagarcía aparecen voces, además de las de los propios editores, como Vera Eikon (Verónica Hermida), Cruz López, Loli Quinteiro o Rosa Alonso.
El resultado es, en palabras de Metzli, “maravilloso”, con los recursos creativos de cada uno al libre albedrío, de tal forma que hay relatos en primera persona sobre la experiencia lectora, ilustraciones o “cuentos locos”.
“Hay características comunes, como varias que cuentan que en su casa no había muchos libros y los pocos que tenían los trataban como un tesoro”, explica Metzli.
Se trata de un homenaje o, más bien, como define una de las participantes, un canto de “amor al libro”, pero no desde el punto de vista “elitista” que, denuncia el autor, existe en buena parte del mundo cultural. “El conocimiento o la sabiduría a lo largo del tiempo no vive necesariamente en un libro. Hay gente que no sabe leer o que no pudo aprender y que sus libros son la naturaleza, el río, las fases de la luna, observar a los animales...”, apunta Metzli.
Por ello, junto con el libro hay marcapáginas y postales que recogen frases de la “oralidad” popular, que guarde y transmite el conocimiento popular.
Ligado con la conexión entre naturaleza y conocimiento está también la portada del libro, que elabora Marthazul y que recreará las alas de la mariposa, en simbiosis con las cuatro hojas de un libro. Porque si no hay cuatro, no se puede pasar página.