Hasta hace poco más de un año, María Fresco, una joven originaria de O Grove, tenía lo que muchos considerarían una vida ideal: un trabajo fijo, un futuro asegurado y la tranquilidad que proporciona la estabilidad. Sin embargo, algo dentro de ella pedía más: “Siempre tuve claro que no quería seguir el camino establecido por la sociedad, aunque tardé en dar el paso”, confiesa.
Hoy, su realidad es completamente distinta. A sus 31 años recién cumplidos, vive en Bali (Indonesia), es creadora de contenido y tiene su propio negocio ayudando a empresas y emprendedores a potenciar su marca en redes sociales. Además, a través de sus propias redes ayuda a todo aquel que quiera descubrir Bali de “una forma auténtica”, como ella misma lo define.
Trayectoria profesional
Antes de dar el gran paso, durante su vida en O Grove trabajaba en el departamento de comunicación de una empresa, donde gestionaba las redes sociales, presentaba un programa en YouTube, conducía galas, hacía entrevistas e, incluso, abarcaba algo de diseño gráfico y gestión administrativa.
No obstante, su experiencia profesional va mucho más allá, pasando por sectores muy diversos a lo largo de los años: trabajó en un ayuntamiento, en boutiques de moda, en la administración de un centro odontológico y de una bodega durante la vendimia, de monitora de tiempo libre, entrenadora de balonmano, Aupair en Londres y, al mismo tiempo, lo compaginaba con la gestión de redes sociales de clubes deportivos o negocios de su entorno.
“Tenía claro que quería seguir enfocando mi vida laboral por lo que llevaba haciendo los últimos años, ya que me encanta y tengo estudios en marketing y gestión comercial”, explica. Al llevar tanto anclada en su anterior trabajo y sin tiempo para hacer otras cosas, vio en su dimisión una oportunidad para progresar. “En cuanto lo dejé, supe que si quería evolucionar tenía que seguir formándome”, así que, entre cursos, horas consumiendo contenido y a través del “prueba y error”, María comprendió algo fundamental: la marca personal es el futuro para generar ingresos.
Marca personal
Aunque ya había empezado a trabajar por su cuenta antes de mudarse a Bali, fue durante ese proceso que nació su cuenta de Instagram y su marca personal ‘Mery Fresh’, encontrando su punto diferenciador cuando decidió compartir su historia y mostrar cómo, gracias a las redes sociales, había conseguido la vida que muchos sueñan: “Ahí entendí que mi historia podía inspirar y, al mismo tiempo, convertirme en mi propio negocio”, cuenta María.
Actualmente, desde su vida en la isla –si no está aprovechando para visitar otros países– ofrece dos tipos de servicios principales. Por un lado, realiza mentorías personalizadas en las que ayuda a revisar estrategias, mejorar contenido y definir la gestión de cuentas en redes sociales. Y, por otro, también lleva a cabo un servicio integral de acompañamiento que incluye la planificación de contenido, optimización de perfiles, guionización, edición y soporte continuo para consolidar una marca en redes.
También, durante su emprendimiento se ha aventurado con la creación de su propia guía de Bali: “Llevo más de un año viviendo aquí, conociendo cada rincón, cada lugar especial y todos esos trucos que no encuentras en Internet. Esta guía está pensada para que puedas descubrir Bali de verdad, sin caer en las trampas turísticas”.
¿Por qué Indonesia?
La oportunidad de mudarse al continente asiático surgió a raíz de una oferta laboral que le hicieron a su pareja. A partir de ahí, ambos comenzaron a investigar a fondo cuales eran los mejores destinos para llevar una vida como nómadas digitales.
Finalmente, el coste de vida y el poder vivir al lado de la playa, fueron factores determinantes para elegir Indonesia: “Queríamos vivir cerca del mar, rodeados de naturaleza y con la posibilidad de disfrutar de la vida marina, y Bali cumplía con todos esos requisitos”, admite María.
Con todo, pese a estar totalmente convencida de que eligieron el destino correcto, reconoce que mudarse al otro lado del mundo fue un gran reto a nivel emocional: “Tomar la decisión de irme significaba aceptar que me perdería momentos importantes con mi gente”.
Sin embargo, se recuerda a sí misma que el miedo a la distancia no debe ser un impedimento para perseguir la vida de sus sueños. “Como me dijo mi entorno, ellos siempre iban a estar ahí apoyándome, y al final, lo importante era pensar también en lo que me hace feliz a mí”.
Vida nómada digital
María define su día a día en Bali como “bastante sencillo”, intentando mantener una rutina que comienza por la mañana en el gimnasio, continúa trabajando y desayunando en alguna cafetería, pausa para comer y descansar, y reuniones con clientes de España por la tarde. “La rutina nunca es del todo fija. Suelo pasar cinco o seis días intensivos de trabajo para después juntar tres días totalmente libres y salir a explorar nuevas zonas de Bali”, explica.
Esta libertad de organización es la que también le permite poder viajar y trabajar desde otras partes del mundo, aglomerando varios días de trabajo continuo para después poder pasar otros tantos descubriendo un nuevo país. “Cuando viajo, planifico con antelación en qué lugares sé que tendré mejor conexión a internet y buenas infraestructuras para trabajar. No hago un itinerario 100% turístico donde estoy todo el día de un lado para otro. Prefiero encontrar un balance entre explorar y trabajar”.
Ahora mismo, María se encuentra comenzando una aventura por Tailandia, donde estará durante 20 días, después continuará otros 20 en Vietnam y, finalmente, cerrará la ruta en Filipinas.
Gestión laboral
Para conseguir mantenerse organizada, ha recopilado una serie de herramientas y hábitos que le permiten gestionar mejor su tiempo y prioridades.
Uno de sus métodos clave es actualizar diariamente un plan de productividad, en el que ordena todas sus tareas en función de su prioridad: “Primero, determino qué sería un logro para mí terminar ese día y luego utilizo la Matriz de Eisenhower, una herramienta de gestión del tiempo que prioriza tareas según su urgencia e importancia”.
También, se apoya en aplicaciones como Notion, que le ayuda a estructurar mejor sus proyectos y llevar un control detallado de todas sus tareas.
En cuanto a la gestión con los clientes, siempre deja claro desde el principio cuales son sus horarios, lo que facilita la coordinación de ambas partes para realizar reuniones.
Más allá de lo estrictamente laboral, María también intenta mantener en su rutina de productividad actividades como el gimnasio o escribir, lo que le ayuda a afrontar los días con más energía, conservar una mayor claridad mental y ordenar sus pensamientos aquellos días en que las cosas no salen como uno quiere.
Balance actual
Tras más de un año viviendo en Bali, la originaria de O Grove tiene claro que el cambio ha sido, en su mayoría, positivo: “Me ha dado tantas cosas buenas, tantas personas que llegaron a mi vida, nuevas oportunidades y la suerte de seguir admirando cada día más a mi pareja”, confiesa.
Además, esta etapa ha sido todo un viaje de autoconocimiento, permitiéndole entenderse mejor a si misma y saber mejor qué quiere -y qué no- en su vida.
Por el momento, Bali seguirá siendo su hogar durante todo el 2025, pero más allá de eso, no tiene nada planeado: “Prefiero dejarme sorprender y, si en algún momento otro lugar me llama, me iré”.
Atreverse a dar el paso
Para quienes quieran lanzarse a la vida nómada digital, María deja muy claro que, antes de empezar a viajar, es muy importante encontrar tu propio propósito y aspecto diferenciador: “Todos y, repito, todos, hacemos algo en nuestro día a día que a la gente le puede interesar”, afirma.
Asimismo, desmiente algunos mitos sobre el nomadismo digital, a menudo idealizado: “Trabajar desde una playa o una cafetería no siempre es tan idílico como se cree. El Wi-Fi puede ser inestable, los ruidos pueden afectar la concentración y en algunos destinos la infraestructura digital deja mucho que desear”, advierte.
Además, recalca que este estilo de vida implica una gran constancia y compromiso, lidiar con la incertidumbre de los ingresos y saber gestionar muy bien tu tiempo y energía: “Si eres una persona un poco caótica como yo, al principio cuesta y mucho”.
Aún así, anima a todo aquel que quiera hacerlo a lanzarse a la piscina, siempre que la motivación venga de algo que realmente les llene y los anime cada día: “Los sueños están para cumplirse y nunca es tarde para empezar. Si alguien cree que ya se le pasó el momento, que me lo digan a mí, que con 30 años decidí cambiarlo todo cuando para muchos ya no era tiempo de andar probando e investigando”.